Daniel Luque, cogido de gravedad en la plaza de toros de El Puerto
TOROS
Quinta corrida de abono de la plaza portuense con Diego Urdiales, Sebastián Castella y Daniel Luque, que resultó corneado en su último toro
Daniel Crespo, contra viento y marea en la Plaza Real
Sangre, pundonor y lágrimas en la plaza de toros de El Puerto
El Puerto/La corrida no iba nada bien. El debut de Montalvo en la Plaza Real no estaba siendo nada propicio. Cierto es que Castella y Luque habían tocado pelo respectivamente en los primeros toros de su lote pero Diego Urdiales tuvo dos astados imposibles en los que poco más pudo hacer que intentarlo tesonero y cauto, porque eran mansos pero no tontos.
Castella había embarcado muy bien a su primero cerrando por Manoletinas y Luque, sereno, firme y templado, supo administra con gran sentido el vigor y empuje del tercero, templándolo con sabor.
Castella puso empeño en su manso quinto para redondear el triunfo y la puerta grande, pero fue otro toro deslucido, cobardón y bruto con el que pudo hilvanar alguna tanda pero con descompuesto y desconcertante recorrido en un más que meritorio trateo.
El orejero cotarro sin duda hubiera sacado los pañuelos pero un feo sartenazo dejó la higiénica prenda en los bolsillos. La baza del triunfo quedaba en manos de Daniel Luque y este es de los que no perdonan. Ahora mismo puede ser Luque el torero de más capacidad lidiadora del escalafón y esa eficacia la demostró con la capa en ese sexto, que no fue picado con la protesta del público al palco porque derribó en el encuentro y se fue casi ileso.
Pero Luque lo había visto y diagnosticado y abrió faena con serios doblones, probando el pitón izquierdo por bajo y con uno soberbio de pecho. Por fin parecía que la larga y complicada tarde remontaba el vuelo. La música sonó con una serie mandona por la derecha, el toro sometiendo y hasta citó de largo el de Gerena para dos series más en redondo a un toro con pujanza pero que se iba enterando.
Tanto que cuando Luque se cambió de mano en el cite al natural el de Montalvo se fue al bulto, prendiéndolo por debajo de la cintura para encampanarlo y lanzarle derrotes con ambos pitones durante la voltereta.
El pitón fue certero y Luque sufrió la cornada de Joselito el Gallo, con evisceración de asas intestinales. Fue intervenido por las expertas manos del Doctor Carabot en la Enfermería de una cornada que interesa la cavidad abdominal. El pitón en su trayectoria rompió la pared abdominal, anterior provocando un orificio por donde salieron varias asas intestinales. Llegó a la enfermería consciente, orientado y con dolor en el abdomen y en el tobillo izquierdo.
El cirujano y su equipo , bajo anestesia general intervinieron al torero limpiando la zona y recolocando las asas intestinales dentro de la cavidad abdominal sin apreciar, por fortuna, que el pitón hubiera lesionado la asas u otro órgano, sin apreciar tampoco hemorragia activa. Se le colocaron los drenajes y fue trasladado al Hospital de Jerez. El pronóstico es grave pero el torero por fortuna no corre peligro. Gracias a Dios.
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