Tomás Campos marcó la diferencia
El novillero de Badajoz perdió la segunda por no acertar con los aceros
Una nueva semifinal del Certamen Internacional de Novilladas se celebraba ayer en la plaza de toros de La Malagueta. Y de nuevo con un claro destacado. Se trataba del novillero de la Escuela Taurina de Badajoz, Tomás Campos, que actuó en segundo lugar. Para los más aficionados, el pacense venía con la vitola de ser el vencedor del ciclo de novilladas de promoción de las Escuelas Taurinas andaluzas televisadas por el canal autonómico. Pero también , para los simplemente curiosos, fue objeto de interés. Vaya por delante que tuvo la mejor suerte de la terna con el novillo que le tocó. Aunque que el resto de los ejemplares de Los Guateles, aun faltos de fuerza, no defraudaron demasiado. Tomás Campos se gustó, y gustó, mucho con el capote, imprimió temple y estética y el público lo agradeció con una fuerte ovación. Jareta, que así se llamaba el novillo, iba bien por los dos pitones y eso favoreció el lucimiento del chaval.
Se le notaba que venía con ambición. Y muestra de esto , fue iniciar la faena de muleta con una silla. Aunque no fue algo para el recuerdo, se le agradeció la innovación y el espíritu de crear espectáculo y ganarse un puesto en la final de mañana martes. Tras una faena correcta de muleta, al entrar a matar pinchó en su primer intento. Y en el segundo, degolló. Su mala acción con los aceros dejó los trofeos en una oreja aunque hubo una fuerte petición de la segunda.
Por orden de actuación, abrió cartel el alumno de la Escuela Taurina de Valencia, Francisco Damas. Con el capote cometió demasiados errores. Dejó mucho huecos y se descubrió ante el animal lo que provocó que el novillo le propinara una voltereta aunque sin consecuencias. En el tercio de banderillas, el chaval se animó y también banderilleó, pero aunque el publico agradeció u intención él no cuajo un buen tercio de palos. Hasta el tercer par no consiguió clavar tras haber citado el novillo de rodillas. En el siguiente par, se atrevió a colocarlas al violín. Con la muleta después de trastearlo un rato, Damas se percató de que había que dejarle la muleta cerca de la cara y . aunque no fue una faena de calidad, al menos demostró cierto dominio.
El tercero de la tarde, era Curro Márquez, de la Escuela Taurina de Málaga. El local fue recibido con palmas. Hizo alardes con capote en los que el novillo humilló mucho. El de Fuengirola, aprovecho las facilidades que el novillo ofrecía en su faena de muleta. Cortó una oreja, tras pinchar y matar con una estocada algo tendida.
El cuarto era otro malagueño, Sergio Páez, de la Escuela Taurina de Ronda. No consiguió enganchar al público con una fría faena de capote. Con la muleta, aunque de perfil, consiguió arrancar del público alguna ovación. Se fue de vacío tras fallar con la espada, recibir una voltereta y un enganchón y clavar media estocada. Curro de la Casa, que venía de Guadalajara, cortó una oreja aunque no fue reflejo de una actuación en la que cometió errores que no llegaron a más por simple suerte. El novillero Filiberto Martínez, de la Escuela de Albacete, pasó desapercibido y se fue de vacío de Málaga.
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