Análisis de South of Midnight, una intensa fusión de embrujo y belleza sureña
El Loot de Txeron
Su poderosa narrativa ensalza el folklore del sur de Estados Unidos con una mezcla de acción y plataformas que atrapa y enamora como un amor de verano
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Su apartado visual me cautivó de manera irremediable desde el primer tráiler, un flechazo en toda regla, y tras haberlo jugado de principio a fin, puedo confirmar sin ruborizarme que South of Midnight ha sido un amor de verano en todos sus sentidos: intenso, mágico pero también efímero.
South of Midnight
Género: Acción Lanzamiento: 8 de abril Desarrolladora: Compulsion Games Plataformas: PC y Xbox Series Textos: Español Voces: Inglés Precio: 40€
Dejando de lado esa pasión y yendo a lo tangible hay que preguntarse qué nos vamos a encontrar cuando enciendas tu PC o tu Xbox Series con South of Midnight:una aventura narrativa desarrollada por Compulsion Games, estudio conocido por títulos como Contrast y We Happy Few, y que destaca por su impresionante representación del folklore del Deep South de Estados Unidos, capturando de esta forma la esencia de estados americanos como Luisiana, Florida o Alabama con un acabado visual tan impactante, lleno de contrastes, y por momento mágico (que de eso también tiene mucho el juego), que verlo en movimiento hipnotiza.
Nos toca ponernos en esta ocasión en la piel de Hazel, una joven afroamericana que vive en la ciudad de Prospero. Un brutal huracán la golpea y tras una serie de acontecimientos tiene que buscar a su madre y verse obligada a convertirse en una tejedora, una especie de curandera mágica de lazos y espíritus rotos. Imbuida de estas nuevas habilidades, Hazel tendrá que enfrentarse a peligrosas criaturas que simbolizan los temores humanos, desenredar las redes del pasado común de su propia familia y encontrar el camino a un lugar en el que se sienta como en casa.
Con ese argumento, que tiene sus giros y numerosos secretos, en Compulsion Games han apostado en esta ocasión por combinar la exploración en entornos semiabiertos (bien por dejar de lado los mundos abiertos) con combates hack ‘n slash y plataformeo. Y la fórmula, con sus altibajos funciona. La narrativa es poderosa y pese que los combates y las plataformas no innovan en ningún sentido con otras propuestas ya vistas en títulos similares, termina enganchando. Y ayuda y mucho que los escenarios por los que nos toca movernos son de los más bonitos de esta generación -y no exagero un ápice- y están diseñados para que la experiencia fluya.
Ya esa narrativa y a la rica ambientación se suman melodías cantadas por varios intérpretes, que añaden una capa emocional a la hora de enfrentarnos a los seres fantásticos.
Y es que, sin duda, el apartado sonoro es uno de los puntos más fuertes del título porque las melodías son potentes y tienen poso y se integran perfectamente la narrativa del juego. Estaba claro que si Compulsion Games apostó por Olivier Deriviere, reconocido por su intachable trabajo en A Plague Tale, la apuesta era a caballo ganador. En esta línea, las canciones narran historias relacionadas con los mitos sureños mientras Hazel avanzas de forma inexorable en el título y ya te confirmo que terminarás tarareándolas. Prometido.
Los peros vienen por un lado en el combate que a la larga se hace repetitivo porque la variedad de enemigos es muy limitada y aunque el sistema de combate permite desbloquear nuevas habilidades a medida que se obtiene experiencia, añadiendo profundidad, la experiencia se resiente. Y las fases de plataformas también van en la misma línea. Son divertidas pero muchas veces da la sensación de que están metidas con calzador para movernos de un escenario a otro (bellísimos, insistimos).
Tampoco me ha gustado la decisión de utilizar la técnica stop-motion que provoca que las animaciones de los personajes resulten poco fluidas. Una decisión artística que le da personalidad al título pero que provoca que se resienta en los momentos de acción. Al menos, esta opción se puede desactivar, aunque en las cinemáticas seguirá presente.
En Xbox Series X el título corre a la perfección a 60 imágenes por segundo y, sin ser puntero en lo gráfico, es notable en modelados y físicas. En lo artístico, sí juega en otra liga.
Yo he tardado en superar el título algo más de trece horas y me ha parecido una duración correcta. Supone en algún momento un reto jugándolo en dificultad normal y su apuesta por la linealidad, insisto, le sienta como un guante para alejarse de miles de marcadores en un mapa sobredimensionado como en otros títulos del género.
En definitiva, South of Midnight no es un título perfecto ni innova en ninguna faceta pero su narrativa y sus apartados artístico y sonoro son tan poderosos que es difícil no quedar atrapado en sus redes. Y como un amor de verano, lo vivirás intensamente y lo recordarás con mucho cariño.
Hemos podido analizar South of Midnight gracias a una clave para Xbox Series X que nos ha facilitado Xbox España.
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