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Gastronomía
Hasta el próximo 14 de mayo Córdoba abre sus Patios a miles de visitantes que están deseando disfrutar de una de las principales fiestas de la ciudad.
Geranios, gitanillas, buganvillas y claveles convierten a la capital en un escenario hipnótico e infinito que se desdobla en seis rutas. En esta primera entrega hacemos una selección de tres de ellas y la red de tabernas, bares, restaurantes y gastrobares donde gozar de la gastronomía local antes o después de dejarse seducir por el embrujo floral cordobés.
Es una de la zonas que incluye alguno de los recintos con más solera: Marroquíes, 6; Ocaña, 19; Parras, 6; Parras, 8; Chaparro, 3; Pastora, 2; Tafures, 2; Zarco, 13; Zarco, 15; y plaza de Don Gome, 2.
En el barrio más torero de Córdoba y aledaños, uno de los clásicos es el El Rincón de las Beatillas. Este establecimiento está especializado en carnes de monte e ibéricos. Sus clientes recomiendan encarecidamente probar el venado en salsa de espárragos, el rabo de toro y el lechón frito. Aunque también se pueden degustar unas frituras sobresalientes, como la de japuta en adobo o sus famosas ancas de rana.
La vida del barrio no sería la misma sin la Pizzería El Patrón y su cocina italiana de la de toda la vida. Sus pizzas clásicas, abundantes platos de pasta fresca, ensaladas y entrantes como focaccia, Provolone, carpaccio y una amplia variedad de tortillas hacen las delicias de sus incondicionales.
Muy próxima está Casa Gamboa, la típica taberna de manual, donde saben servir, y muy bien, el vino y la cerveza y se pueden comer de raciones de croquetas, mazamorra, boquerones en vinagre o carrillada por doquier. Perfecta para quienes buscan paladear la esencia de la cocina cordobesa: flamenquines, salmorejo, rabo de toro..
Los patios que componen este eje son: Escañuela, 3; Frailes, 6; Trueque, 4; Mariano Amaya, 4; plaza San Rafael, 7; Guzmanas, 7; Alvar Rodríguez, 8; Alvar Rodríguez, 11; Pozanco, 6; San Juan de Palomares, 8 y San Juan de Palomares, 11.
En Casa Luis se nota la factura casera en cada una de las elaboraciones. El buque insignia de la casa son los callos, pero sus guisos son igualmente fabulosos y la fritura no desmerece en absoluto. Tomarse un medio o una copa de vino de la tierra debería ser, en su barra, de obligado cumplimiento.
El ambiente familiar y las tertulias entre amigos y vecinos se suceden ante la atenta mirada de su personal, próximo y profesional como en pocos sitios se encuentra.
El chef Manolo Bordallo ha creado un modelo propio en Sociedad de Plateros María Auxiliadora. Es de los pocos lugares que tienen bodega propia y que además son fieles a las referencias clásicas de Montilla-Moriles.
Se han especializado en cocinar el bacalao ya sea frito, en croquetas, con arroz o en su potaje de Vigilia, uno de los mejores de la ciudad. Su día a día es un homenaje a la cocina hecha a su amor, a fuego lento y mimando la materia prima.
Los hermanos López son un referente en la zona y su restaurante, La Cuchara de San Lorenzo, un templo de la cocina de producto. Gustan de emocionar a los comensales con sus fuera de carta, que incluyen pescados, mariscos y verduras de temporada. Al margen de eso, sus arroces y sus estofados son de premio, igual que su steak tartar cortado a cuchillo.
En esta área están incluidos los patios de: Diego Méndez, 11; Isabel II, 1; Pedro Verdugo, 8; La Palma, 3; Pedro Fernández, 6; Plaza de las Tazas, 11 y Santa Marta, 10.
Aunque no hace demasiado que inició su andadura, La Contentura se ha afianzado como una de las propuestas más completas, divertidas y deliciosas de la zona de Capitulares. Se trata de un espacio gastronómico en que se puede reponer fuerzas tanto en formato tapa, como con una de sus deliciosas ensaladas o irresistibles tostas.
También resulta un lugar muy recomendable para tomar una copa o un cóctel. Además, es uno de los locales del centro que gusta de animar la velada con actuaciones musicales en directo.
Tampoco desmerece Taberna Regina (Plaza de Regina), cuyas patatas bravas son una institución en Córdoba. En ración o en formato tapa, sus patatas cortadas en trozos grandes y con el punto justo de sal, llegan a la mesa turgentes y con un velo de mahonesa y salsa brava (muy brava) por el encima, que da gloria.
También es más que recomendable probar sus peroles de arroz, la carrillada o el rabo de toro. Su chorizo al vino merece mención aparte. Chopitos y bacalao fritos, huevos rellenos, carne al Jerez y berenjenas con salmorejo completa su nómina de best seller.
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