Carlos Fernández: "Con trabajo, constancia y pasión todos los premios acaban llegando"

Carlos Fernández, chef de Kàran Bistró en Pozoblanco, admite que no se esperaban la llegada de un Sol Repsol tan pronto. "Sólo llevamos cuatro años abiertos, pero está claro que todo puede ser, como puedes ver", apostilla. Y es que ha logrado el primer y único Sol Repsol que por ahora tiene un pueblo de Córdoba.

Mucho menos de improviso les ha pillado a sus compañeros de profesión, con cuya admiración y respeto cuenta en el panorama cordobés. En los corrillos foodies se dice que está llamado a ser uno de los grandes de esta nueva hornada de cocineros capaces de hacer alta cocina desde la comarca de Los Pedroches, que como él mismo decía recientemente "es un símbolo de la España vaciada que carece de comunicación". De hecho, "la autovía más próxima está a 100 kilómetros", puntualiza.

Pero eso ya no es óbice para que corazones hambrientos vengan desde bien lejos a probar su propuesta gastronómica, íntimamente ligada a la carne y la huerta de la tierra que lo rodea. Firme defensor de la sostenibilidad, se ha hecho de una cohorte de proveedores que le proporcionan materias primas de lujo y, siempre que se pueda, de proximidad. Para Carlos "ellos son el motor del desarrollo rural y la verdadera esencia de nuestra cocina, muy arraigada a la tierra, al entorno que nos rodea y al respeto a dichos productos y productores locales".

"Nuestra cocina es una prolongación de nuestra manera de entender la calidad, exprimiendo la localización y la tradición como punto de partida para crear nuestro propio lenguaje culinario", desvela satisfecho.

Este firme defensor de la meritocracia, resume la esencia de Kàran Bistró diciendo: "Recurrimos a las raíces, las estacionalidad y la integridad del producto para evocar el recuerdo a través del paladar, aportando un elemento de sorpresas y modernidad mediante la cuidada fusión de la dehesa y la gastronomía".

Su gran noche

Fernández regresó de Alicante fascinado con su asistencia a ese cónclave de chefs de todo el país. Tanto es así que asegura que "es la gala de las galas. Resultó espectacular". Igualmente, reconoce que "los nervios se fueron pasando cuando se acercó el momento de subir al escenario". Junto a él, su mitad dentro y fuera de Karàn Bistró, Andrea Mihaiu, que no podía disimular su orgullo con el premio en la mano.

"Evidentemente conseguir un Sol Repsol supone una magnífica publicidad y ayuda a tener más reservas. Pero para mí el gran premio es llenar mi restaurante cada día y seguir dedicándome a lo que más me gusta hacer, que es cocinar", sentencia el chef.

"Es fundamental que no se te vaya la cabeza con los galardones y sigas siendo humilde porque con trabajo, constancia y pasión todos los premios acaban llegando", asegura el de Alcaracejos, que se reservó el día después de la Gala Repsol 2023 para irse de perol con su familia y amigos en su pueblo.

"Hubo muchos aplausos, emoción y alegría cuando regresé con el Sol. Eso sí que era importante para mí: compartirlo con los míos", destaca este antiguo alumno de la Escuela de Hostelería Gran Capitán de Córdoba. "Se lo dedico a mis padres, a mi familia y por supuesto quiero dar las gracias a mi equipo", apunta mientras acaricia la escultura en el salón principal de su casa de comidas de Pozoblanco.

No obstante, nada más recogerlo en tierras alicantinas escribía en el perfil del restaurante que regenta: "¡Kàran Bistró es galardonado con un Sol de la Guía Repsol! Gracias a todos. Estamos tremendamente contentos. Esto nos da un increíble empujón para seguir trabajando y abrir cada día con más ganas si caben nuestra pequeña casa de comidas. El trabajo, la constancia, la perseverancia, el sacrificio, la profesionalidad y la pasión al final tienen su recompensa.¡Gracias a tod@s! Porque este premio también es vuestro".