Córdoba en 24 horas: monumentos, rincones y gastronomía de la que disfrutar
Turismo
El Centro Histórico, junto a Medina Azahara y a tabernas míticas de la ciudad, componen la ruta perfecta para una escapada exprés
De los Latin Grammys a Hornachuelos: el álbum más cordobés de Luis Fonsi
El restaurante cordobés que sirve el flamenquín más viral de todos los tiempos
Cada vez son más los viajeros que comprueban que conocer Córdoba es un solo día es tarea imposible por las profusión de monumentos, rincones, calles, callejas y platos locales inolvidables. No obstante, si vas a pasar próximamente 24 hora en nuestra ciudad, toma buena nota de esta ruta para exprimir al máximo la experiencia. Una relación de cinco lugares imprescindibles que visitar para que el turista se lleve un buen sabor de boca.
El podium lo corona la Mezquita-Catedral, el tercer monumento más visitado de España. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984 por la Unesco es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más fotografiados del mundo. Sus muros albergan la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco propios de la construcción cristiana a partir del siglo XIII.
Después de perderse -para encontrarse- en su Patio de los naranjos, lo ideal es bajar y cruzar la Puerta del Puente para alcanzar el Puente Romano. Sin duda, la del Puente Romano es una imagen icónica de la ciudad. Digno representante de la mejor arquitectura del Imperio, fue levantado en el siglo I a. C. Además, era uno de los más importantes medios de entrada a la ciudad desde la zona sur de la Península Ibérica ya que durante mucho tiempo fue único punto por donde cruzar el río sin necesidad de usar embarcación de ningún tipo.
Desde entonces ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la historia, la última de las cuales se finiquitó a comienzos de 2008. En el centro del antepecho se erige una escultura de San Rafael, obra del siglo XVII, realizada por Bernabé Gómez del Río.
La siguiente parada es uno de los grandes espectáculos patrimoniales y turísticos de la ciudad: el Alcázar de los Reyes Cristianos, una preciosa amalgama de la evolución arquitectónica de Córdoba. Fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. A su llegada en 1236 Fernando III el Santo se encontró un edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, completamente asolado. Desde entonces se le ha dado múltiples usos. Fue testigo de las entrevistas de Colón con los Reyes Católicos para que financiaran su expedición a 'las Indias'; Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
Siempre es una magnífica idea una visita a los Patios -y más en y al barrio de La Judería. Y es que a pesar de que mayo es el mes por excelencia para conocer los Patios cordobeses, son cada vez más los que abren durante todo el año para que cordobeses y turistas admiren estas icónicas construcciones locales que suponen una estilo de vida propio para sus cuidadores y cuya exuberancia floral no deja de asombrar al que llega.
Aunque sin duda, otro de los placeres exclusivo de Córdoba es perderse por el laberinto de calles y callejas de lo más pintoresco que componen la Judería. Un entramado en que se incluye La Sinagoga, el Museo de Sefarad, la Plaza de Tiberíades o la Calleja de las Flores. Sin olvidar que en esta zona se ubican algunos de los mejores y más famosos restaurantes de la ciudad.
Para comer rico en Córdoba hay mil opciones, desde sus magníficas tabernas como Taberna La Montillana, El Pisto, Sojo en Rama, Taberna La Viuda o Casa Bravo; a restaurantes laureados como Noor, Choco, La Casa de Manolete, El Envero, Ermita de la Candelaria, Bodegas Campos o El Caballo Rojo.
También te puede interesar
Lo último