Córdoba, la provincia donde está el único lago natural de Andalucía

En toda Andalucía sólo hay un lago natural y está en el interior de la provincia de Córdoba. Concretamente está ubicado al oeste del municipio de Aguilar de la Frontera y se trata de la Laguna de Zóñar.

Forma parte -y es la mayor- de un complejo integrado por seis humedales del sur de la provincia de Córdoba. Las cinco restantes son las lagunas permanentes de Rincón y Amarga, y las estacionales de Los Jarales, Tíscar y Salobral.

También tienen el común el hecho de ser espacios naturales protegidos debido a su destacado papel en la invernada y nidificación de aves acuáticas.

La Laguna de Zóñar se extienda a lo largo de aproximadamente 32 hectáreas y su profundidad varía entre siete y doce metros de media. Si bien en tiempos de precipitaciones extraordinarias ha llegado a alcanzar los 16 metros.

En torno a ella existe una basta masa de vegetación compuesta básicamente por carrizo, caña y también enea. El ecosistema más cercano también incluye álamo blanco y taraje. En su fauna no faltan poblaciones estables de zorros, tejones, meloncillos y ginetas.

En la Laguna de Zóñar es fácil avistar malvasía, tanto en época de reproducción como de invernada. Otro de los animales protagonistas es el aguilucho lagunero occidental. En menor proporción habitan el calamón común y el tarro blanco.

Tampoco es infrecuente ver garzas reales, ánades azulones, y los somormujos lavancos.

No muy lejos de aquí están ubicado los parajes naturales de los embalses de Cordobilla y Malpasillo que se suman al mapa de la zona donde los amantes de las aves acuáticas pueden observar una amplia variedad. Además cuenta con un área recreativa habilitada y La Laguna forma parte de la llamada Ruta de José María el Tempranillo.

Centro de Visitantes

Junto a la propia Laguna de Zóñar, la más profunda de Andalucía, hay un Centro de Visitantes. Allí es posible, a través de su exposición interactiva, conocer aspectos como las dimensiones, la vegetación y la dinámica de esta laguna.

Merece la pena ir al mirador, que incluye el sendero botánico, y que recorre los alrededores del Centro. Desde esta zona se puede contemplar una amplia panorámica de la laguna.

A su vez, en el interior del Centro alberga una de las más curiosas experiencias: la visión ampliada de una gota de agua sirve como introducción a la explicación de la cadena trófica o alimenticia de los seres vivos que habitan en el medio acuático.

La variada y abundante fauna que habita este paraje explica que se ponga el foco sobre los numerosos tipos de insectos, la importancia de los anfibios y reptiles y los mamíferos del entorno

El recorrido acaba en la terraza, con unas vistas impresionantes de la laguna. Desde este punto el visitante podrá identificar especies como la llamativa malvasía.