Iznájar, el mejor pueblo de Córdoba para hacer una escapada de enamorados
Turismo
El Rincón del Beso, el Banco de los Abrazos y un azulejo en el Mirador de San Rafael componen una ruta de lo más romántica
El Rincón del Beso de la localidad de Iznájar es uno de los más románticos de la provincia no sólo en San Valentín, sino durante todo el año.
Además, se ha convertido en uno de los lugares más instagrameables de este precioso pueblo de la Subbética. Nadie puede irse de Iznájar sin fotografiarse en este romántico vergel, ubicado en un lateral del Patio de las Comedias.
Unos bonitos azulejos andaluces sobre un banco de piedra adosado a la pared, anuncian a sus visitantes que ya han llegado al Rincón del Beso. Flores y tiestos azules - tan típicos del pueblo- por doquier sobre inmaculadas paredes encaladas componen una estampa costumbrista de ensueño.
Además, desde allí se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas de la parte baja del pueblo. Y es que a su derecha desciende una callejuela desde donde dejar la vista perderse en un mar de olivos y casas blancas.
El Rincón del Beso se levanta sobre lo que en época medieval fue el zoco. A partir de 1531, el edificio que lo alberga se convirtió en lo que hoy conocemos como Patio de las Comedias.
Su denominación proviene de las representaciones teatrales que aquí se hacían durante el s. XVI.
Al fondo, el visitante puede recrearse en el mirador que hay junto a una de las torres que todavía se conservan de la antigua muralla, la Torre de San Rafael. Su interior alberga una casa cueva que se utiliza como sede de una de las hermandades más antiguas de la Semana Santa iznajeña, la Hermandad de los Apóstoles.
Es justo reseñar que el Patio de las Comedias ha recibido en varias ocasiones los primeros premios de los concursos de rincones organizados desde la Mancomunidad de la Subbética y la Diputación de Córdoba.
El Banco de los Abrazos, ubicado en Plaza de la Torre, otro de los rincones más bonitos y visitados de Iznájar. Además, el banco goza de gran popularidad entre los iznajeños. De hecho, sus vecinas lo cuidan mucho esmero durante todo el año.
Y quienes quieran dejar constancia de su amor a largo plazo, deben reservar tiempo para caminar hasta el azulejo instalado en el mirador de San Rafael, donde los enamorados o turistas en general pueden poner sus candados dejando para siempre sus deseos o promesas en la baranda.
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