Un Niño Jesús de Oro y una misteriosa huella, las claves de la Cruz de Albendín

Turismo

La Cruz en honor a Cristo Redentor es un soberbio monumento de 12 metros de altura

Esta pedanía de Baena es famosa por su Semana Santa y su noria fluvial

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Cruz de Albendín
Cruz de Albendín / Ayuntamiento De Baena

Poco más de 70 kilómetros separan Córdoba capital de uno de los enclaves con más encanto de la provincia, Albendín. Se trata de una pedanía de Baena, con poco más de 1.300 habitantes y un entorno natural con mucho por descubrir.

Si bien Albendín es famosa por su noria fluvial diseñada a imagen y semejanza de las antiguas norias árabes, cuenta con un paraje lleno de simbolismo y misterio. Se puede admirar desde la Plaza Juliana Lara la Partera y no es otro que el montículo donde esta ubicada la Cruz a Cristo Redentor, un conjunto monumental que alcanza los 12 metros de altura, encima de un pedestal hecho en piedra natural de 15 metros que data de 1961.

La leyenda que rodea el pedestal de la Cruz, asegura que durante la dominación musulmana, los invasores sepultaron un Niño Jesús de oro macizo bajo sus rocas con el objetivo de erradicar la devoción católica en la zona.

El otro gran enigma es perfecto para ser contemplado por los amantes de la aventura y el misterio. Aunque lo primero que deberán hacer es dejarse asesorar por lugareños para subir hasta el pedestal y poder ver en una roca la huella fosilizada de un homínido. Lo admirable de esta hallazgo no es la pisada en sí misma, sino la disposición de la misma, pues no está en una roca horizontal sino vertical ¿Cómo llegó hasta ahí su autor? No se sabe.

Al margen de historias secretas es más que aconsejable que el turista aproveche su escapada a Albendín para, desde la Plaza Juliana Lara, alcanzar la calle Castro, un acceso angosto típicamente andaluz que que alberga las casas de Hermandad del Santo Sepulcro y de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Y ¡toma nota! porque en esta última si acudimos en fin de semana, puedes degustar una típica tapa de Albendín con un vinito, una cerveza bien fría o un refresco.

Otra recomendación para visitantes es acudir a la Iglesia Parroquial de Santa María de Albendín, patrona de la localidad, una soberbia construcción del siglo XVII, que es parroquia desde 1788. Una oportunidad única de contemplar piezas de imaginería religiosa, como la propia patrona, María Santísima de Albendín -alojada en un camarín de estilo barroco- o la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, que data del siglo XVI.

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