Palomo Spain: 'Necesito salir de Posadas para abrir los ojos, inspirarme, ver todo ese jaleo y, luego, volver'

Moda

El diseñador maleno ha abierto las puertas de su cortijo en Posadas, que también alberga su taller, a la revista Telva

Los paseos con su perro, Lucio, por el campo de Posadas son su mayor momento de inspiración a la hora de crear / Redes Palomo Spain

Muchos pensarán que el día a día de Alejandro Gómez Palomo -bautizado artísticamente como Palomo Spain- y sus mayores momentos de inspiración transcurren en las grandes urbes del mundo. Pero nada más lejos de la realidad.

Después de formarse en Londres como diseñador, viajar por medio mundo y conocer a una nutrida lista de celebrities, el maleno ha instalado su residencia habitual en Posadas. Desde allí ha concedido una muy sincera entrevista a la revista Telva.Telva.

Ataviado como un auténtico cowboy, ha abierto las puertas de su cortijo a la conocida publicación. "En el polígono industrial de Posadas, entre naves donde lo mismo se desguaza que se practica la carpintería, tiene el diseñador maleno (gentilicio de Posadas) su cuartel general", apunta la revista.

Trabajo y vida privada se entrelazan inexorablemente en su caso, pues tiene el taller en el piso de abajo, oficinas y casa en el segundo.

El diseñador echa la vista atrás y asegura: "Mi infancia en el pueblo fue bastante feliz. Asistía al colegio público, salía con mis amigos y, en verano, me encantaba estar en la terraza del restaurante de mi familia sentándome con la gente".

Y ciertamente todos los indicios apuntaban a un futuro en el mundo de la moda: "A todo el mundo le dibujaba cosas, hasta trajes de novia; tengo una vocación clara desde pequeño".

Sin embargo, admite: "En la adolescencia sólo quería escapar de este sitio -continúa-, (se fue a estudiar a Londres diseño) y, sin embargo, he terminado aquí. Si viviera en una ciudad grande como Madrid, estaría demasiado distraído".

Hoy todos son parabienes y reconocimientos para Palomo Spain y sus paisanos presumen de su talento, pero aclara: "Antes alguno podía pensar en lo que hacía como un mamarracho -recuerda el diseñador-, ahora están orgullosos de que salga fuera y hable de Posadas donde quiera que vaya".

Definitivamente, el mundo ha pasado por Alejandro y viceversa, pero no si algo no ha cambiado es el fuerte nexo que mantiene con su familia, el ancla que lo mantiene con los pies en la tierra a pesar de codearse con estrellas de la talla de Rosalía o Beyoncé: "Me encantan las reuniones en el campo en casa de mi tía; las migas que prepara mi padre, las espinacas con garbanzos o los pimientos rellenos de mi madre...".

En este sentido, en la entrevista señalan que "su día a día es sencillo: paseos con Lucio (su perro) por el campo que hay frente a su casa y peli".

Y con la misma sencillez "reconoce que salvo el Paseo de Pedro Vargas (donde está la casa de una de sus abuelas, que sueña con comprar un día), el pueblo no tiene grandes monumentos". Pero advierte: "Lo que es una maravilla es la sierra. La más bonita del mundo"

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