El Puente Romano de Villa del Río, puerta de acceso a un pasado glorioso
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Declarado Bien de Interés Cultural en 1931, se erige sobre el arroyo Salado
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Poco más de 50 kilómetros hacia el este separan Córdoba de Villa del Río, en la Comarca del Alto Guadalquivir, y donde se encuentra la única Puerta de Córdoba que está fuera de la capital.
No se trata de una puerta en el sentido estricto de la palabra, sino de una metáfora atribuida al Puente Romano de la localidad, que se erige sólido y orgulloso sobre el arroyo Salado, y que está situada en el límite entre las provincias de Córdoba y Jaén. De ahí su glorioso sobrenombre.
El Puente se ubica en un paraje natural entre flora ribereña y a la sombra de eucaliptos. Sin duda, esta vetusta construcción es icono y símbolo de identidad de Villa del Río, a la par que muestra de su riqueza artística, arquitectónica, histórica y cultural.
Los historiadores sitúan su construcción durante el mandato del emperador Augusto, (27 a.C. – 14 d.C.). Aunque no hay unanimidad, porque otros especialistas lo sitúan en época republicana. Sea como fuere, es un claro paradigma de arquitectura civil romana.
Fue realizado en piedra molinaza y sus sillares son almohadillados, lo que se traduce en intención de emplear materiales de primer nivel y dotarlo de un aspecto lujoso. Mientras que otros puentes que han sido reconstruidos tienen sillares de caras planas.
Declarado Bien de Interés Cultural en 1931, se articula en cuatro arcos: el de mayo tamaño es el central; hay dos arcos medianos, a sendos lados; y otro más pequeño a la derecha. Hay indicios de que hubo un quinto arco pero que fue destruido a lo largo de estos 2.000 años y resultó cerrado.
A lo largo de la historia, la pasarela ha sufrido reparaciones que han permitido que siempre estuviera en óptimas condiciones para su uso, pues sobre ella ha pasado todo el tráfico de la actual carretera N-IV hasta 1965. A lo largo de la historia, la pasarela ha sufrido reparaciones que han permitido que siempre estuviera en óptimas condiciones para su uso, pues sobre ella ha pasado todo el tráfico de la actual carretera N-IV hasta 1965.
El Puente Romano de Villa del Río es un monumento único, famoso por su estética y robustez, a pesar de su imagen ligera y armónica.
Además, ha sido testigo mudo del devenir histórico no sólo de la localidad, sino del país gracias a su posición estratégica en una vía de comunicación de primer nivel. Ni más ni menos que la Vía Augusta, a su paso por la antigua ciudad romana de Ripa, que estaba en las inmediaciones de la actual Villa del Río.
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