¿Cuáles son las catedrales andaluzas ubicadas en ciudades Patrimonio de la Humanidad?
Turismo
En nuestra comunidad autónoma sólo las de Córdoba y Baeza comparten este reconocimiento otorgado por la Unesco
Un total de 15 son las ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en nuestro país, y sólo tres son andaluzas: Córdoba, Úbeda y Baeza. Así lo refleja esta selección:
- Alcalá de Henares (Madrid)
- Ávila
- Baeza (Jaén)
- Cáceres
- Córdoba
- Cuenca
- Ibiza
- Mérida (Badajoz)
- Salamanca
- San Cristóbal de la Laguna (Tenerife)
- Santiago de Compostela
- Segovia
- Tarragona
- Toledo
- Úbeda (Jaén)
Sin embargo, se reducen a un par de ciudades las andaluzas que aparecen en la citada lista y que, además, albergan una catedral: Baeza y Córdoba. La primera fue distinguida por la Unesco en 2003, mientras que Córdoba lo hizo, en la misma categoría, en 1994.
Renacimiento jienense
La Catedral de Baeza - cuyo nombre canónico es Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza- está situada en una zona cuya historia se remonta al siglo VII, cuando se convirtió en sede episcopal visigoda. Con el devenir del tiempo pasaría a ser territorio musulmán y recuperada para los reinos cristianos tras la conquista de la ciudad por Fernando III El santo en 1227.
Desde la Edad Media alberga la lápida sepulcral de San Pedro Pascual, martirizado en Granada en el año 1300. Sus restos se ubicaron sobre la Puerta de Luna, aunque si destino fue posteriormente el interior del templo.
La Puerta de la Luna es precisamente uno de los elementos más antiguos del templo. Lo más reconocible es su arco polilobulado del siglo XIII. Igualmente, destaca el rosetón gótico del siglo XIV que se posa sobre él y que milagrosamente sobrevivió al hundimiento que sufrió el templo en 1567.
La reconstrucción corrió a cargo de Andrés de Vandelvira, que dotó a la Catedral de una admirable riqueza renacentista.
No obstante, ha llegado hasta nuestros días como una perfecta y equilibrada mezcla de estilos mudéjar, gótico y renacentista, que dan buena cuenta del tiempo a través de sus muros. Y desde 1931 está catalogada como Bien de Interés Cultural con la calificación de Monumento.
Un edificio imponente que se articula en la Nave de la Epístola, Nave del Evangelio, Capilla Mayor, Claustro, Custodia y Reja del Maestro Bartolomé, Museo Catedralicio y Torre.
El alma de Córdoba
El Conjunto Monumental Mezquita-Catedral de Córdoba resume como pocos la identidad. El paso de la historia -y consecuentemente de culturas y civilizaciones- muestra aquí una de sus manifestaciones más bellas.
A diferencia de la de Baeza, la Mezquita-Catedral de Córdoba tiene su propia declaración como Patrimonio de la Humanidad. De hecho, la suya fue la primera que recibió la ciudad allá por 1984.
Además, puede presumir de ser el tercer monumento más visitado de España y de dar cobijo a más de diez siglos de Historia del Arte universal.
El monumento más importante de Córdoba se comenzó a construir en el siglo VIII bajo las órdenes de Abderramán I y se hizo sobre lo que dos siglos atrás era la Basílica Visigoda de San Vicente.
El siglo X fue testigo silencioso de las ampliaciones sucesivas de la Mezquita por parte de Abderramán II,Alhakén II y Almanzor.
La Reconquista de la ciudad fue determinante y a partir de 1236 se consagró al culto católico, convirtiéndose en Catedral. En 1523, bajo la dirección de los arquitectos Hernán Ruiz El Viejo y su hijo, se construyó su basílica cruciforme renacentista de estilo plateresco.
Tras la conquista cristiana, el antiguo alminar de la Aljama queda integrado en la Torre Campanario. Su aprovechamiento se sucede hasta el año 1589, cuando un terremoto afecta a su estructura y se decide la edificación de una nueva torre que envuelve parte de los vestigios califales. La nueva Torre Catedralicia es realizada según el proyecto de Hernán Ruiz III.
La Mezquita-Catedral de Córdoba fue declarado Monumento Nacional Histórico Artístico en 1882. Motivos no le faltan a este colosal testigo de la historia de la ciudad para seducir al turista en cada una de sus visitas. Es difícil elegir entre la belleza de sus principales espacios: Capilla Real, Capilla de Villaviciosa, Parroquia del Sagrario, Capilla Mayor, Crucero, Coro, Torre Campanario, Patio de los Naranjos y las puertas de su fachada (De los Deanes, De las Palmas, Del Perdón y De Santa Catalina).
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