Edu Soto y Periko Ortega, dos genios mano a mano en Córdoba
Gastronomía
El cómico, que actuó en el Teatro El Brillante, disfrutó de la propuesta gastronómica de ReComiendo
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Edu Soto llenó anoche el Teatro El Brillante de Córdoba de aplausos y carcajadas con su monólogo 'Más vale sólo que ciento volando'. El cómico catalán se mostró exultante al término de su actuación: "Córdoba... ¡Me habéis dado la vida!¡Público de 10!. La verdad es que no podía empezar mejor la noche: vaya recibimiento en Córdoba ¡Ni Brian Adams, jajajja!, escribía en sus redes tras el show.
Pero no todo iba a ser trabajo y Soto eligió el restaurante ReComiendo (Mirto, 7), distinguido con un Sol Repsol, para gozar de la gastronomía local: "Y no me quiero ir de Córdoba sin recomendaros el edén de manjar de mi amigo Periko Ortega", decía mientras posaba en una divertida instantánea con el chef. Uno de los platos que más impresionaron al actor está la 57ª versión de la mazamorra creada por Ortega: De pipas, membrillo de Puente Genil, polvo de AOVE, vinagre PX y viera.
Dicharachero, fresco y lleno de chispa su desternillante actuación no hizo a nadie sospechar que Edu Soto está en pleno proceso de recuperación de una pericarditis -inflamación de la membrana que recubre el corazón-, como él mismo ha confesado en redes.
Córdoba, la mejor medicina
Edu Soto ha querido compartir con sus followers el pequeño bache de salud por el que está atravesando: "Aún desde la cama os cuento mis vivencias de estos días. No lo he querido contar antes para no asustar a los programadores de los teatros de Córdoba y de Sevilla, pero hace tres o cuatro días estuve en el médico porque me dolía mucho el pecho al respirar y me diagnosticaron una pericarditis. Al parecer no es grave ... ¡No jode pero atormenta!".
No obstante, el artista no dudó en cumplir con sus compromisos profesionales: "Yo no podía ni moverme porque te cansas, te fatigas muy rápido y te cuesta respirar y dos días después tenía bolo en Córdoba. Con medicación y demás conseguí hacer el bolo. En mi monólogo yo cuento lo que me pasa y lo primero que hice fue hablar de mi pericarditis y de hecho pregunté si había algún médico en la sala para que pasara un poco de consulta... En fin, que como soy un poco hipocondríaco, nos reímos un poco de mi hipocondría".
Sin duda, el cariño del auditorio cordobés resultó de lo más terapéutico para el cómico: ¡Y quería dar las gracias al público de Córdoba porque fue una experiencia brutal el subirte un poco acojonado al escenario porque no te encuentras bien y recibir esa acogida, esa reacción del público, ese cariño... ¡Muchas gracias, aquí estoy entre algodones descansando y durmiendo todo lo que puedo porque me han pedido reposo, pero en el monólogo no me puede sustituir nadie. Me encuentro mejor, que no cunda el pánico, pero nada... ese agradecimiento al público, que te da cariño en momentos de flaqueza. Vamos, el bolo de ayer fue excepcional y gran culpa de ello la tiene el público, que fue majestuoso. ¡Un abrazo, Córdoba, me voy feliz!
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