Taberna Miguelito cerrará definitivamente este domingo
Gastronomía
Abierto desde 1912, la familia Villar López quiere despedirse de su clientela más fiel con un encuentro muy especial
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"Os vamos a dar la noticia que nunca hubiésemos querido daros. Llegó el momento... cerramos un ciclo, una puerta necesaria para abrir paso a otras. El próximo domingo 25 de junio será el último día de Taberna Miguelito. Después de 30 años de existencia en el actual emplazamiento y desde 1912 en la hostelería cordobesa decimos adiós. Miguel Villar y Toñy López se jubilan y nosotros tenemos nuevas aspiraciones, u nuevo camino que nos hace mucha ilusión. Cambio. El próximo domingo 25 estaremos en la taberna para despedirnos de nuestros amigos. ¡Os esperamos a todos sin excepción!", con este mensaje revolucionaba, literalmente, las redes Rocío Villar, actual gerente del popular establecimiento del barrio del Arcángel.
Los incondicionales de la taberna (Escritor Sebastián Cuevas, 3) se resisten aún a creerlo, pero en apenas unos días este decano de la hostelería cordobesa se despedirá de sus parroquianos.
Taberna Miguelito abrió sus puertas en 1912 y continuó en funcionamiento hasta 1986. Sin salir de manos de la familia, Miguel Villar y su esposa la reabrieron en 1996. El resto es historia. La historia de reuniones de amigos, de vecinos, de mediosdías y noches de Feria de Córdoba, de reconfortantes desayunos a base de churros calentitos recién hechos o confesiones al calor de una copa de vino.
Sin embargo, el futuro inmediato será bien distinto y Rocío Villar explica el por qué: "Tanto mi padre como mi madre necesitan descansar porque creo que ya han trabajado suficiente. Por mi parte, desde hace un tiempo estoy trabajando en un proyecto como brand ambassador en Andalucía para una marca de bebidas. Durante el último año he tenido que compaginar la gestión del establecimiento con esta nueva ocupación y mi padre también me ha estado echando una mano en la taberna junto con Víctor Lora, el encargado. Pero así no podíamos seguir. Nosotros íbamos a cerrar ahora para vacaciones, pero hemos decidido que se cierra para siempre. ".
Además, la empresaria y mixóloga confiesa: "La idea era intentar traspasarlo, pero nos daba pena que alguien que no fuese de la familia siguiese con un local tan tradicional y para nosotros sería muy duro ver nuestro negocio en manos de otra familia que le cambiara el nombre. Es una cuestión sentimental".
Quienes pasan cada día por allí aún están asimilando su inminente despedida: "Algunos clientes se lo han tomado bastante mal -bromea- porque más que clientes algunos son ya familia. La idea es despedirnos el domingo con una tapita de arroz con la consumición a la hora del aperitivo". Pero advierte: "Aunque la verdad es que lo tenemos casi todo reservado ya porque la gente quiere despedirse por todo lo alto. Y estamos súper agradecidos de que nos muestren una vez más el cariño que nos tienen".
Un punto y aparte en la trayectoria laboral y personal de la propia Rocío, que explica: "Mis padres entienden que no haya querido seguir con Taberna Miguelito porque saben el sacrificio que conlleva el negocio familiar. Ellos quieren que yo tenga más calidad de vida".
Y su balance no puede ser mejor: "Tanto ellos como yo estamos orgullosos del tiempo que hemos estado. Todo lo aprendido, lo vivido y el cariño de la gente nos ha aportado mucho y muy bueno".
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