Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
Entrevista
La cordobesa Teresa Jiménez no es modelo, ni cantante, ni actriz... ¡Ni falta que le hace! Pero en poco tiempo puede presumir de una legión de más de 110.000 followers en Instagram gracias a sus dotes para tocar la guitarra flamenca y sus habilidades docentes para enseñar vía online a personas de medio mundo.
Graduada en Administración y Dirección de Empresas por la UCO, de pequeña soñaba con ser domadora de delfines o peluquera, pero la pandemia dio un giro de timón a sus planes y se ha convertido en una auténtica influencer.
-¿Cómo empezó su historia de amor con la guitarra flamenca?
-Empecé a tocar de casualidad con 8 años. La profesora de música de mi colegio animó a mis padres a que tomara más clases en el conservatorio. En mi familia no había ningún músico y recuerdo ir por primera vez al Conservatorio, cuando aún no estaba ni admitida, a escuchar un concierto en el que sonarían todos los instrumentos que el centro ofertaba. A mí me gustó la canción que tocó el niño de guitarra flamenca... Y así hice la prueba para entrar y el día que había que elegir instrumento le dije a mi padre: "Papá, yo quiero tocar la guitarra flamenca".
-¿Pensó que se dedicaría profesionalmente a ello?
-¡Por supuesto que no! De chica ir al Conservatorio para mí era como un juego. Me lo pasaba muy bien por las tardes con mis amigos músicos en la escuela.
El deseo de querer dedicarme a la música profesionalmente empezó con catorce años. Yo estaba haciendo un tour con una escolanía por varios países de Europa y un día estando en Eslovenia me dieron una guitarra y me pidieron que la tocara. El sentimiento de estar en aquel teatro con tantas caras mirándome y escuchándome fue increíble. Y desde ese momento, mi cabeza empezó a maquinar…
-¿Cuándo comenzó a impartir clases de guitarra online?
-En la pandemia. Estaba viviendo en Bélgica estudiando Administración y Dirección de Empresas. Necesitaba dinero para pagarme el alquiler y el resto de gastos que tenía. No quería pedirle dinero a mi familia. Así que puse anuncios en Internet y, de repente, la gente empezó a contactarme.
-¿De qué países procede su alumnado?
-Le he dado clases a gente de muchos países. Yo no soy demasiado buena en geografía y más de una vez he tenido que buscar dónde estaba el país de la persona que me escribía (risas). El más raro para mí fue cuando me contactó un chico de Omán. También le he dado clases a gente de Estados Unidos, Bulgaria, República Dominicana, Francia, Bélgica… ¡Y claro está, a muchos españoles!.
-¿Cuál es el perfil?
-Hay de todo tipo: niños, adultos, gente jubilada... Pero lo que más abunda son dos perfiles de alumnos: aquellos que han tocado alguna vez la guitarra y quieren seguir aprendiendo, o personas que ya son guitarristas de otros estilos (rock o clásico) y tienen mucha curiosidad por saber cómo tocar la guitarra flamenca.
-¿Se puede vivir sólo de tocar la guitarra?
-Por supuesto. Es gracioso porque yo he estudiado dos carreras: guitarra flamenca y Administración y Dirección de Empresas. En el Conservatorio me decían que era mejor que me centrara en la universidad, que eso sería lo que me daría de comer. Y en la universidad, me insistían en que ya había mucha gente en la universidad y que seguro que habría más trabajo con la guitarra…
Yo aún soy joven y estoy empezando mi vida laboral pero lo cierto es que solo he llegado a ganar dinero trabajando con la música. Cualquier persona con ilusión y esfuerzo puede conseguir aquello que se proponga. Está claro que el camino no es de rosas, pero no creo que lo sea en ninguna otra profesión.
-Es toda una influencer, ¿en qué cree que se diferencias de otros músicos y que le ha hecho tan popular en las redes?
-Ufff… Esta es la pregunta más difícil de toda la entrevista (risas). Actualmente somos poquísimas chicas las que nos dedicamos a tocar la guitarra flamenca y en las redes ha sorprendido mucho encontrar una chica que pueda tocar con tanta calidad. Doy una imagen de simpatía, de juventud, que rompe completamente con el estereotipo que hay del flamenco. De alguna manera esto es un cambio que estoy creando en este arte.
-¿Cómo es el nivel musical de los guitarristas flamencos cordobeses?
-En Córdoba hay muchísimos guitarristas flamencos de primer nivel. Estamos en Andalucía, la cuna del flamenco. Nuestra ciudad es una de las cuatro en el mundo donde hay un conservatorio superior que imparta guitarra flamenca (lo que equivale a la universidad en el ámbito musical) y el de Córdoba es el de más prestigio en la especialidad de Guitarra Flamenca. Vienen guitarristas de todos los países y la competencia es muy alta.
-¿Cómo intuye que perciben la guitarra flamenca fuera de nuestras fronteras?
-Lo que yo siempre he percibido es que las personas en el extranjero se maravillan por nuestras sonoridades, que son diferentes a las de la música clásica o cualquier otro tipo musical. También les llama la atención nuestros ritmos. Cuando les explico a mis alumnos extranjeros que hay gente que trabaja dando palmas, siempre se ríen. Y todo el mundo se sorprende muchísimo al saber que los guitarristas flamencos tocamos de forma 'improvisada'.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
La tribuna
Voto de pobreza
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Retorno de Páramo
No hay comentarios