Érase una vez en Zuheros... Rincones que visitar en un pueblo de cuento

Turismo

Junto a a Soportújar (Granada), Osuna (Sevilla), Júzcar (Málaga) y Setenil de las Bodegas (Cádiz) integra la ruta mágica por Andalucía que propone la guía online 'Sevilla Secreta'

El Castillo de Zuheros durante los siglos XIII, XIV y XV se encontraba en un punto muy estratégico por ser frontera entre el reino cristiano de Castilla-León y el Nazarí de Granada / Turismo De Zuheros

Son muchos los pueblos de Andalucía repletos de patrimonio cultural y natural, fiestas, tradiciones y gastronomía que atraen al visitante como abeja al panal. Pero sólo algunos incitan lo incitan a dejar viajar la imaginación -en muchas ocasiones a tiempos pretéritos- e imaginarse a caballeros, princesas, brujas, duendes, hechiceros y seres mitológicos deambulando por sus ubicaciones más emblemáticas.

Por eso, la guía online 'Sevilla Secreta' ha puesto su acertada lupa sobre cinco municipios andaluces que resultan especialmente singulares, sino de auténtico cuento, tanto por su estética, como por la forma de su orografía o bien por sus pétreos moradores.

El quinteto de ensueño está formado por: Soportújar (Granada), Osuna (Sevilla), Júzcar (Málaga), Setenil de las Bodegas (Cádiz) y Zuheros (Córdoba).

Como en todo cuente que se precie, no puede faltar un castillo: "Se piensa que los primeros pobladores de Zuheros, los Banu Himsi, llegaron a estas tierras hacia finales del siglo IX. Este grupo de musulmanes se asentarían en una zona de peñascos denominada «Sujayra» (y que dan nombre al pueblo) y sobre uno de los riscos construyeron el imponente castillo que preside Zuheros. Desde las alturas del castillos, la panorámica del entorno es extraordinaria".

En 1964 se procedió a la reconstrucción de las torres que vemos ahora / Turismo de Zuheros

La guía también tiene recomendaciones pata los amantes de los juegos de habilidad y la naturaleza: "Zuheros está envuelto en un océano de olivos y gobierna la Subbética desde el enorme peñasco en que se sitúa. Sus calles son laberintos de cal que esconden plazuelas, recodos y miradores de enorme belleza. No es de extrañar que hayan designado su casco histórico como Bien de Interés Cultural y se considere Zuheros como uno de los pueblos más bonitos (y singulares) de España".

Y para los caballeros y damas más aguerridos de los confines de la fantasía pero que también les guste la buena mesa -¡redonda, claro!- también hay planes: "Es también una villa a prueba de pulmón, sus empinadas cuestas empedradas y un puñado de calles configuran el plano Zuheros, marcado por el aroma a aceite, queso y jazmín".

Tampoco nos podemos olvidar de las villanas y villanos del cuento, que necesitan el amparo de rincones estratégicos desde los que espiar a los incautos protagonistas y preparar sus conjuros: "Piérdete por sus sinuosas callejas, descubre su iglesia, el encanto del museo arqueológico y el de costumbres y artes populares y sube al torreón del Castillo. Otro de los regalos de Zuheros son sus miradores, los de la Villa y el de las Escominillas, santuarios contemplativos donde parece detenerse el tiempo.

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