El brunch que degustar en el patio cordobés con más obras de arte por metro cuadrado

El brunch de El Horno de Mel es uno de los mejores ejemplos que ilustran el concepto de lujo en Córdoba. No sólo por la frescura, calidad y origen artesano de los productos que lo integran, sino por la experiencia de desayuno tardío y sin prisas que impone su concepto. Slow food en estado puro. Si a esto sumamos el entorno que rodea la experiencia, el resultado de la ecuación es perfecto. Y es que El Horno de Mel ocupa el antiguo zaguan del Palacio de Cogresos de Córdoba -bien cultural con cinco siglos de historia- y se extiende a un patio luminoso y colorista bautizado como Alma de Córdoba.

Situado frente a la Mezquita-Catedral de Córdoba, el Horno de Mel es un espacio en el que el arte, la historia y la artesanía conviven en un equilibrio único. Su patio, inundado por una agradable luz, alberga un jardín vertical y varias obras del autor contemporáneo Aurelio Teno. Sin olvidar la cerámica de los famosos alfareros rambleños Ivanros, que se sienta a la mesa en cada uno de los servicios.

La de El Horno de Mel es una propuesta gastronómica cuidada y con voz propia, pasión infinita por el producto, la tradición y la técnica. En suma, una carta armónica y llena de sabor en un entorno excepcionalmente bello

El brunch incluye agua, café, zumo natural, dos tostas de pan payés y de maíz sobre las que degustar huevos (rotos, fritos o escalfados), paleta de jamón ibérico 100% bellota, aguacate, mango, etc. La propuesta añade vasito de yogur con granola y frutos rojos. Y para terminar hay galletitas de limón, cookies clásicas con nueces y chocolate, bizcocho de naranja o de zanahoria, que es la receta estrella de la casa.

El brunch está disponible de 10:00 a 13:00 y es aconsejable reservar previamente. ¿Su precio? 15 euros por persona.