Cinco ermitas que visitar en Los Pedroches este verano
Turismo
Una de ellas está dedicada a San Roque, patrón de Dos Torres
En torno a la Ermita de Nuestra Señora de Loreto gira una leyenda que explica cómo llegó la imagen desde Italia
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Dos Torres es una coqueta localidad ubicada en el Valle de Los Pedroches y una de las más bonitas para visitar al norte de Córdoba. Vale la pena realizar una escapada a este pueblo de menos de 3.000 habitantes, donde se respira paz y calma y cuenta no sólo con una destaca gastronomía sino con un interesante patrimonio arquitectónico de carácter religioso, cuyo máximo exponente son las ermitas. Un total de cinco se distribuyen por diferentes puntos del municipio.
1. Ermita de San Roque
Está dedicada al Patrón de Dos Torres, en honor al que se celebra la Feria y fiestas del 14 al 19 de agosto. La veneración por San Roque se remonta en Dos Torres a mediados del siglo XVII, cuando los vecinos rogaron al Santo su amparo para librarlos de las posibles epidemias que llegaran a la villa (peste). Después de esto, los lugareños mandaron tallar una imagen en honor al santo, y la colocaron en la ermita cuya advocación se consagró a San Roque. La construcción data del S. XVII y su retablo está formado por restos del antiguo órgano de la iglesia parroquial (s. XVIII). Llama la atención los exteriores, decorados con empedrados en forma de mosaicos.
Merece la pena acudir a las fiestas en honor al patrón para admirar las famosas alfombras de San Roque, que elaboran los jóvenes del pueblo a lo largo del trayecto que recorrerá la imagen de la localidad durante la procesión.
2. Ermita de San Bartolomé
Es la más serranas de las ermitas. El estilo de esta construcción del siglo XVI es el mismo de las construcciones similares que pueblan la comarca. La portada de los pies tiene un gran encanto, pues la conforma un arco de medio punto en granito, rematando la misma en su parte superior con una pequeña espadaña de un solo cuerpo limitado por pilastras y frontón.
3. Ermita de Nuestra Señora de Loreto (Sta. Ana)
Es oficialmente la Patrona de Dos Torres la advocación que preside esta ermita, levantada en el siglo XVI. Si bien en sus orígenes estuvo dedicada a la advocación de Santa Ana. Por eso hay un puente cercano, de la misma época, dedicado a la Santa, así como el pilar y el paraje donde se ubica esta construcción.
Según reza la leyenda, fue un famoso médico del pueblo quien en 1587, el Doctor Cornejo, llegó en burro trayendo desde Italia una imagen de la Virgen de Loreto, que le había regalado el Papa Gregorio XIII, en agradecimiento por haberlo curado de una grave enfermedad.
Al parecer, el animal en el que trasladaba la imagen se cayó, quedando en el suelo pataleando con gran dificultad para levantarse. Y entonces, el Doctor Cornejo trató de levantarlo pero advirtió que la imagen había girado el rostro, lo cual se interpretó como una señal de que la Virgen de Loreto quería quedarse aquella ermita que ya estaba levantada.
Posteriormente, la ermita fue sometida a varias intervenciones. Por ejemplo, se hizo una nueva cabecera en el siglo XVIII. También en el exterior son de gran belleza los empedrados, que a modo de mosaicos rodean la ermita.
4. Ermita de San Sebastián
Se levanta junto a uno de los recursos al conocido Pozo de la Nieve. En la zona donde se ubica hay mirador natural desde donde ver todos y cada uno de los edificios históricos.
La ermita es del siglo XVI y está dedicada a San Sebastián, tradicionalmente reconocido protector en épocas de pandemias -sobre todo de peste- según la iconografía cristiana. A diferencia de las anteriores, que contaban con una sola nave, ésta se articula en torno a tres naves separadas por dos hileras de arcos formeros de medio punto. Una vez fuera, la portada tiene una pequeña estructura a manera de pórtico, que remata en espadaña.
5. Ermita del Santo Cristo
Fue la última en construirse, ya que se levantó en el siglo XVII. No sólo es la más nueva sino también la más céntrica por su ubicación próxima a la Plaza de la Villa. En su interior alberga la imagen del titular y la Virgen de Guía, de finales del siglo XVIII. También hay joyas pictóricas como los lienzos del Abrazo de San Francisco y Cristo con Santa Teresa. Al parecer está construida sobre los restos de la muralla en torno a la cual se produjo el primer asentamiento de población en Torremilano.
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