Cinco palabras que sólo oirás en Córdoba cuando hace calor o mucho calor
Córdoba
Sobrevivir al verano en nuestra ciudad no es cuestión baladí ni siquiera a la hora de hablar
Toma nota de los localismos propios de la época estival
La heladería con un Solete Repsol y vistas al Guadalquivir que debes visitar este verano
El calor en Córdoba tiene su propio vocabulario. Los días de parecer la canícula más extrema y dura del año se aproximan sin piedad. Así que lo mejor será sobrellevarlos con amor, humor y hablar con propiedad.
Así pues, locales y visitantes deben estar familiarizado con el término "calorín" al menos de mediados de junio a mitad de septiembre, referido a un "calor impenitente y descontroladamente elevado."
La solución es escapar a la "parcela", que no se corresponde exactamente con "cada una de las tierras de distinto dueño que constituyen un pago o término", como indica la Real Academia Española (RAE), sino que se hace extensivo a cualquier extensión de tierra vallada -con casa o no- pero donde haya piscina y suficiente espacio para elaborar un perol. Está bien.... las barbacoas también son admitidas durante la época estival.
Como complemento ideal está el valgas o vargas. No hay unanimidad en torno a su pronunciación ni escritura. El resto del planeta Tierra lo conoce como tinto de verano. El origen de tan cordobesa bebida a base de vino tinto, hielo -rodaja de limón opcional- y gaseosa tampoco está taxativamente claro.Hay quienes apuntan al Barrio del Brillante y al de Federico Vargas Madero, propietario de la Venta de Vargas desde 1916 a 1931, como artífice genuino del combinado.
Parece que en su venta solían recalar los artistas más noctámbulos que pasaban por la ciudad y que en esas madrugadas casi eternas, la bebida más consumida era la realizada con vino tinto con sifón, que refrescaba y rebajaba el trago para poder aguantar tantas horas.Se supone que Vargas Madero la bautizó con su primer apellido y así se ha mantenido hasta nuestros días.
La otra teoría etimológica apuntan a la forma de pronunciar en que Córdoba, cuyos habitantes con frecuencia sustituyen en la expresión oral la 'l' por la 'r' intervocálica. Y este sería el caso de vargas, cuyo nombre procedería de la fusión de Valdepeñas -uno de los vinos más populares para elaborarlo- y gaseosa.
Buena hidratación, evitar salir a la calle en las horas centrales del día y cubrirse la cabeza con una gorra o sombrero -cuanto más amplio, mejor- es lo mínimo para evitar ser víctima de un "sopitipando", entendido como sinónimo de "golpe de calor", que puede implicar "mareo o desmayo". Otro de los efectos colaterales de la exposición al astro rey son las "chapetas", las "manchas rojizas que salen en las mejillas" como reacción a la acumulación de calor en la piel y consecuente irritación
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