Ategua, la ciudad cordobesa que duerme un sueño eterno

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Cerrado actualmente al público, este yacimiento arqueológico ubicado a unos 20 kilómetros de la capital fue determinante en la historia de Roma

Queda aún mucho por saber de esta ciudad situada en la Carretera Provincial 271 de Teba. P.K. 6.300 / El Día

El nombre de Ategua está escrito con letras de oro en la historia del Imperio Romano. Sin embargo, con el tiempo cayó en el olvido.

Ategua fue uno de los emplazamientos más destacados de Córdoba durante siglos, hasta que en el siglo XIV desapreció de allí cualquier rastro de vida humana.

A día de hoy es un yacimiento arqueológico de gran valor y cerrado al público, ubicado en la Carretera Provincial 271 de Teba. P.K. 6.300

Fue declarado Monumento Nacional en 1982 y Bien de Interés Cultural como Zona Arqueológica en 2004. Su delimitación actual comprende 205 hectáreas.

Su valor histórico se relaciona directamente con el destacado papel que jugó en la última fase de la guerra civil entre cesarianos y pompeyanos (Bellum hispaniense). Ategua era una extensa ciudad donde no faltaba el grano para que los maltrechos soldados de César pudieran reponer fuerzas y enfrentarse al enemigo.

El capítulo bélico, como es de sobra sabido, termina con la toma de Corduba y con la definitiva victoria de César en la célebre batalla de Munda (45 a.C.) en la cercana campiña sevillana.

A finales del siglo XX los arqueólogos A. Blanco Freijeiro y M. Martín Bueno dirigieron las correspondientes excavaciones que pusieron de relieve una historia en el yacimiento bien extendida en el tiempo.

Las primeros asentamientos se establecerían en Ategua en la Edad del Bronce, si bien determinados datos permiten pensar que fue previamente, en la Edad del Cobre (tercer milenio a.C.).

Damos un salto hasta ocho siglos antes de Cristo, cuando Ategua era un destacado asentamiento tartésico fortificado.

Uno de los pocos vestigios arqueológicos expuestos a los ojos del público es la Estela de Ategua, hallada en el cercano Cortijo de Teba y que está custodiada en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba.

Un claro ejemplo de la importancia estratégica de esta superficie elevada (oppidum) en el punto más meridional de Corduba.

Vigía excepcional

Del oppidum ibero-romano han llegado hasta nuestros día grandiosas fortificaciones, especialmente en el sector nororiental.

Durante la etapa imperial la ciudad permaneció ocupada. Precisamente a esta etapa pertenecen algunas casas que ya han sido excavadas y cuyo abastecimiento de agua estaba asegurado gracias a la presencia de cisternas. De la misma forma, ha sido corroborado la presencia de un posible edificio público.

En época medieval, destaca un recinto fortificado de la segunda mitad del siglo XII, que aprovecha las antiguas estructuras defensivas levantadas y que lleva el cuño del nuevo poder almohade permanentemente interesado en asegurar el control militar de las principales vías de comunicación de al-Andalus.

Una vez que la Reconquista avanza por la zona, a mitad del siglo XIII se refuerzan las puertas almohades. Para ello se levantará una torre octogonal y un baluarte dispuesto en el extremo nororiental, cuya misión era vigilar de cerca las comunicaciones entre Córdoba y Granada.

A partid del siglo XIV Ategua fue abandonada y se convirtió en un área despoblada junto al Cortijo de Teba la Vieja.

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