La exposición con la que disfrutar de lo mejor de Córdoba y Nueva York en el Museo de Bellas Artes

El Museo de Bellas Artes de Córdoba acogerá, en la Sala VI, hasta el próximo 27 de abril la exposición Rita Rutkowski, una artista entre dos mundos. Se trata de una muestra representativa de su obra, donada por la autora a este Museo en el año 2015, con la que se pretende destacar la contribución al arte contemporáneo de una artista considerada hoy día referente de las mujeres comprometidas con la cultura, el arte y la sociedad.

Y si quieres profundizar en la figura y obra de esta artista cordobesa y universal, puedes asistir a la visita temática del Sábado 29 de marzo, a las 12.00 en la que, a través de su obra expuesta en el Museo, descubrirás su genialidad artística y su poderoso influjo en la historia del arte contemporáneo, testimonio vivo de cómo la influencia de diferentes culturas pueden generar una expresión única y personal e influir en el enriquecimiento del ámbito artístico local. La entrada es libre hasta completar aforo.

Rita Rutkowski nació en Londres en 1932 en el seno de una familia de origen polaco que, al año siguiente, emigró a Estados Unidos. Se formó en escuelas de arte en Nueva York, donde entraría en contacto con artistas europeos del ámbito de la Bauhaus alemana. En 1949 recibe una beca del Museum of Modern Art (MoMA) para continuar allí su formación y gracias a otra beca viajará por Italia y España, donde se verá influida por las corrientes artisticas europeas del momento. Tras retornar a Nueva York en 1955, trabajará como profesora en el Brooklyn Museum Academy, relacionándose con artistas de la Generación Beat Norteamericana y el Expresionismo Abstracto, que ejercerán una clara influencia en su pintura.

Afincada en Córdoba desde 1959, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria artística en esta ciudad, destacando por su activismo cultural junto a otros intelectuales y artistas que lucharon por la democracia. Su obra cordobesa marca un punto de inflexión en su carrera, viéndose influida por la historia y arquitectura de la ciudad, tratando de capturar la esencia de la vida cotidiana. Su estilo artístico se caracteriza por la amalgama de influencias, destacando por la geometría y el color, con una tendencia hacia la deformación expresionista y la abstracción.

Su vida y obra transcurre entre dos mundos, la tradicional Córdoba y la cosmopolita Nueva York, siendo testimonio vivo del poder de la cultura para trascender fronteras y fusionar estilos y técnicas que enriquecen el panorama artístico. Su legado en la ciudad que eligió para vivir no solo se encuentra en sus pinturas, sino también en el influjo que proyectó en la comunidad artística local de una visión más dilatada y diversa del arte. Su integración en la vida cultural cordobesa es evidente en las numerosas exposiciones individuales y colectivas en las que ha participado y en los múltiples reconocimientos recibidos en su larga trayectoria artística, queriendo sumarnos a ellos desde este Museo.