La guía con los lugares imprescindibles para los amantes del dulce en Córdoba

Con la llegada del otoño, el antojo de un bocado dulce se hace cada vez mayor. En Córdoba son muchos y muy variados los establecimientos que hacen las delicias de los más golosos. Uno de los últimos en abrir es el nuevo puesto de Nocciolata Gelateria en el Mercado Victoria. Suma así una sede a la que ya tiene en el Centro Comercial El Arcángel.

Los incondicionales de esta heladería y cafetería podrán degustar en el céntrico mercado gastronómico, donde cuenta con obrador propio, no sólo de sus originales helados, sino de deliciosos creps, gofres, granizados, batidos de helado y espectaculares cafés. A esta dulce oferta se suma una de sus creaciones más exitosas, los rollos rellenos de Lotus, Milka, Pistacho y Milkybar.

Además Nocciolata Gelatería es oficialmente la niña bonita de la Guía Repsol en Córdoba, pues es la única que tiene uno de sus codiciados Soletes en su haber. Un reto continuo de impresionar y sorprender a sus clientes con sabores de helado como pantera rosa, bosque o sun lover -la mismísima encarnación del verano en el paladar- Peanuts Cake, Tarta Sacher, Filipinos Blancos, gofre de pistacho o crema de almendra, entre otros. Por supuesto, tampoco faltan los clásicos de fruta como el de mango y plátano, yogur de mora, lima, manzana verde o frambuesa. Y venden opciones heladas para veganos, diabéticos e intolerantes a la lactosa. Córdoba se abre al mundo una vez más a través de la gastronomía. Un viaje a Centro Europa inspiró a Pedro Marcos Parra, su gerente, a replicar en España el dulce más popular de Hungría, con forma de chimenea. Así nació Corduba Chimney, ubicado en el Centro Comercial El Arcángel.

En sus variedad de chimeneas las hay clásicas y también de vanguardia. Las primeras se parecen más a las originales de Centro Europa, con canela, azúcar y con algún sirope de caramelo o chocolate.

Y quienes quieran ir un paso más allá en el mundo de las repostería, sus clientes pueden probar los kürtős kalács -que son los nombres originales de estas chimeneas- de carbón activo. Son de color negro, el ingrediente fundamental es el coco.

Para los clientes con gustos más clásicos también venden croissants, palmeras o pastel cordobés. Tiene servicio de cafetería, heladería y hacen gofres y crepes.

Quienes prefieran creaciones más clásicas y de la tierra pueden optar por Pastelería El Brillante (Avenida de la Arruzafa, 7), Obrador Artesano David Ruano (Rafael De la Hoz Arderius, 12) -en ambos, además, venden algunos de los mejores panes de la ciudad- o los diferentes establecimientos que Pastelerías Roldán tienen diseminados por toda la ciudad. Siempre es buen momento para deleitarse con sus tocinos de cielo, palmeras, negritos, cronuts, bombas de chocolate, tartas variadas o milhojas.

Tampoco podemos olvidar un referente para los cordobeses más golosos: Pastelería San Rafael (calle Concepción, 10). Son muchas las especialidades de la casa, pero es pecado mortal no probar su pastel cordobés, las palmeras de chocolate y los petisús. A las variedades que durante todo el año tienen en sus vitrinas hay que sumar las elaboraciones propias de época como la Navidad, la Cuaresma, Semana Santa, San Rafael o Todos los Santos.

No lejos de allí está Don Croissant en el número 7 de la misma calle y con un producto estrella. Como su propio nombre indica, es el croissant, que en el mismo establecimiento se fermenta, se hornea y se carameliza. Aquí se viene a probar un croissant "único" elaborado por la propia casa.

El dulce de hojaldre se puede rellenar de hasta 40 toppings, tanto dulces como salados, para el desayuno o la merienda: cremas de Nutella, Kinder, Rafaello, Oreo, dulce de leche, mantequilla de cacahuete, Kit Kat o caramelo y flor de sal. En la carta también hay opción para quienes prefieren el salado: salmón, jamón ibérico, atún o queso Philadelphia.