La infanta Cristina y sus hijos, de ruta gastronómica por Córdoba

Los clientes de Casa El Pisto se quedaron ojipláticos este fin de semana al ver llegar a la infanta Cristina y sus hijos Juan e Irene Urdangarín.

Como unos clientes más, la hermana y sobrinos de Felipe VI acudieron al establecimiento ubicado en la Plaza de San Miguel durante su última visita a Córdoba. Se les pudo ver felices y relajados mientras probaban algunas de las elaboraciones más famosas de la casa, como el rabo de toro o el pisto.

Al parecer es la primera vez que Cristina de Borbón y sus vástagos han elegido la taberna regentada por Rafael López Acedo.

No obstante, el equipo de Casa El Pisto está más que acostumbrada a tener entre sus comensales a celebrities de la más variada índole.

Personalidades del mundo del deporte, la gastronomía, la música y la cultura en general buscan cada vez el ambiente auténtico y la cocina cordobesa más tradicional.

Flamenquines, salmorejo, rabo de toro, fritura, un buen jamón, un queso espectacular y una copa de vino de la tierra hacen las delicias de los famosos.

Otros de sus comensales más conocidos son Ángel Llácer, José Antonio Camacho, ex seleccionador nacional, el diplomático español Inocencio Arias y el músico Pepe de Lucía, hermano del desaparecido guitarrista Paco de Lucía y padre la cantante Malú.

Con mucha ilusión recibían también a dos de las figuras más destacadas de la VIII edición de Córdoba Califato Gourmet: los cocineros Paco Morales (Noor y El Bar de Paco Morales) y Jesús Sánchez (El Cenador de Amos).

Doña Cristina y sus cuatro hijos, Juan, Miguel, Pablo Nicolás e Irene, disfrutaron de un almuerzo privado en Ermita de La Candelaria, donde posaron de lo más sonriente con su gerente, Javier Campos y el equipo de este coloso de la gastronomía local.

Sin duda, el establecimiento dirigido por el hostelero Javier Campos es uno de los favoritos de la familia del Rey. De hecho, el pasado mes de abril el catering de Ermita de la Candelaria fue el elegido para servir un cóctel con productos típicamente cordobeses en la Real Colegiata de San Hipólito de la capital cordobesa con ocasión de la visita de la reina Letizia a la ciudad.