De la involución de la croqueta a una maceta de postre: Nískalo estrena carta de invierno a lo grande
El chef José María Del Pino propone un universo a medio camino entre el realismo mágico y lo mejor del interior de la provincia
¿Dónde puedes probar el mejor rabo de toro del mundo?
El invierno no ha enfriado en absoluto la creatividad del chef José María Del Pino, que ha vuelto a sorprender a los clientes de Nískalo con una deliciosa y chispeante carta. A la hora del picoteo apuesta por combinaciones como Aove, huevo frito con ajitos, pan para mojar y aroma de mi pueblo; o bien una involución de la croqueta de puchero, que resulta ser una arriesgada deconstrucción (en un frasco de cristal) de este clásico de la cocina española. Los amantes de la verdura ( y los que no, también) van a alucinar con sus puerros a baja temperatura, parmentier del caldo del cocido y mayonesa de ajo negro. Igualmente sobrosas y reconfortantes resultan sus habitas guisadas, yema de huevo curada en Ponzu, caldo Dashi y mayonesa de hierbabuena y vainilla.
El Arroz de jabalí, shiitake y humo de candela; y el bacalao en tempura, alga wakame y mayonesa de ajo asado son una auténtica declaración de intenciones. Nada tiene que envidiarles, entre los principales, el roast pork de solomillo ibérico y salsa de mantequilla, ajos y limones asados. ¡Rock & roll del bueno!
Y guarda apetito para el postre porque tienes que probar sí o sí la maceta de invierno, que es... ¡mejor descúbrelo por ti mismo!, y la tarta de queso de cabra, mermelada de pera y ajo negro, espuma de galleta y hojaldre roto.