Esta es la leyenda de celos y muerte que envuelve la Torre de la Malmuerta de Córdoba
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Conocida como la leyenda de los comendadores de Córdoba, está basada en un hecho histórico que habría acontecido en la ciudad en 1448
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En los alrededores de la famosa Plaza de Colón de Córdoba se encuentra la Torre de la Malmuerta, una torre albarrana que es famosa por la trágica leyenda que la envuelve. La tradición segura que debe su nombre a la muerte de una noble dama cordobesa a manos de su marido celoso.
También conocida como leyenda de los comendadores de Córdoba, está basada en un hecho histórico ocurrido en 1448 en la capital. El drama tiene como protagonista a Fernando Alfonso de Córdoba, quién dio muerte a su esposa, Beatriz de Hinestrosa, y a su supuesto amante, Jorge de Córdoba y Solier, comendador de Cabeza del Buey. En esta historia también resultó muerto Fernando Alfonso de Córdoba y Solier, hermano del anterior y comendador de Moral. Ambos hermanos eran caballeros de la Orden de Calatrava y primos de del celoso marido. (
Parece ser que Fernando Alfonso de Córdoba mató a su esposa y al descubrir que ésta no le había sido infiel, se mostró arrepentido y solicitó perdón al rey Juan II de Castilla. El monarca -según reza la leyenda-le mandó erigir en Córdoba una torrea a modo de expiación por su crimen.
Sin embargo, la fecha de su construcción no cuadra en modo alguno con la que reza en el truculento relato. La Torre de la Malmuerta fue construida entre 1404 y 1408, coincidiendo con el reinado de Enrique III de Castilla. El protagonista de este oscuro capítulo, Fernando Alfonso de Córdoba, murió en Córdoba en 1478 y sus restos recibieron sepultura en la capilla de San Antonio Abad de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Allí también fue enterrada los de su segunda esposa, Constanza de Baeza y Haro.)
Pero a falta de una, hay otra leyenda, propia de los relatos más fantasiosos que asegura que si un jinete, pasando bajo el arco de la torre al galope es capaz de leer toda la inscripción, inmediatamente la torre caería y saldría de sus entrañas un increíble tesoro que debería quedarse.
Lo único incontestable sobre la Torre de la Malmuerta es que desde interior diversas escaleras conducen al adarve y, en la parte superior, a la única sala del edificio, dotada de bóveda y abierta al exterior mediante saeteras.
Además, la construcción tiene carácter defensivo. Concretamente en torno las puertas del Rincón y del Colodro. Su construcción le fue encomendada al primer corregidor de la ciudad de Córdoba, Penedro Sánchez. Y justo debajo del arco aparecen las armas reales y una inscripción alusiva a su fecha de creación.
Una vez que dejó de tener función defensiva, fue prisión para nobles. Y ya en el siglo xviii, el sabio cordobés Gonzalo Antonio Serrano la utilizaba para realizar sus observaciones astronómicas desde este privilegiado enclave. Además, ejerció a finales del siglo xx como sede de la Federación de Ajedrez.
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