Los lugares de Córdoba que debes visitar si vienes durante el puente de agosto
Turismo
Las visitas nocturnas a la Mezquita-Catedral y Medina Azahara son opciones muy aconsejables en plena canícula
Hay mucho que ver además de los cuatro Patrimonios de la Humanidad que alberga la ciudad
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Si el próximo 15 de agosto tienes puente o bien unos días libres y aún no sabes dónde hacer una escapada, Córdoba es siempre una apuesta segura. Si bien es verdad que son necesarios muchos más de dos días para descubrirla en su magnitud, 48 horas pueden bastar para hacerse una idea bastante aproximada de su esencia.
La primera parada debe ser obligatoriamente la Mezquita-Catedral, el tercer monumento más visitado de España. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984 por la Unesco es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más fotografiados del mundo. Sus muros albergan la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco propios de la construcción cristiana a partir del siglo XIII. Cualquier turista que se precie debe saber que hay posibilidad de realizar la visita nocturna tanto a la ciudad palatina de Medina Azahara como a la Mezquita-Catedral.
Después de perderse -para encontrarse- en su Patio de los naranjos, lo ideal es bajar y cruzar la Puerta del Puente para alcanzar el Puente Romano.
Miles de cordobeses y visitantes pasan cada día por la Puerta del Puente de Córdoba. Sin embargo, son muchos los que ignoran la verdadera importancia de esta construcción que data del siglo XVI y que se levantó con motivo de la visita del monarca Felipe II a la ciudad. Si bien su aspecto actual está auspiciado por el diseño del arquitecto cordobés Hernán Ruiz III -que la dotó del carácter monumental que podemos ver hoy en día- su pasado se remonta muchos siglos atrás.
Sin duda, la del Puente Romano es una imagen icónica de la ciudad. Digno representante de la mejor arquitectura del Imperio, fue levantado en el siglo I a. C. Además, era uno de los más importantes medios de entrada a la ciudad desde la zona sur de la Península Ibérica ya que durante mucho tiempo fue único punto por donde cruzar el río sin necesidad de usar embarcación de ningún tipo.
En nombre de Castilla
Al otro lado está la Torre de la Calahorra. Esta construcción defensiva, de origen medieval, alberga en su interior el Museo Vivo de Al-Ándalus y es la sede de la Fundación Paradigma Córdoba. Desde el siglo XIII ha sido testigo y custodio de la historia de la capital. Juana I de Castilla, más conocida como Juana La Loca, mandó instalar a comienzos del siglo XVI una barbacana defensiva, que le dio un aspecto muy parecido al actual. Desde entonces, fueron muchos y muy variados los usos que se le dieron a la robusta torre: cárcel de la nobleza cordobesa, cuartel y posteriormente escuela de niñas en el siglo XIX. A principios del siglo XX fue declarada monumento histórico artístico.
Uno de los grandes espectáculos patrimoniales y turísticos de la ciudad es el Alcázar de los Reyes Cristianos, una preciosa amalgama de la evolución arquitectónica de Córdoba. Fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. A su llegada en 1236 Fernando III el Santo se encontró un edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, completamente asolado. Desde entonces se le ha dado múltiples usos. Fue Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
Iconos de la ciudad
Envuelta en misterio y leyendas está la ciudad palatina de Medina Azahara, la fastuosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena. Está ubicada a ocho kilómetros de Córdoba capital. Según reza la tradición fue el autoproclamado Abd al-Rahman III quien decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Sin embargo, parece ser que las razones del califa fueron mucho menos románticas: mostrar una renovada imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la nueva Medina. Además, fue la ültima declaración de la Unesco, en 2018
Córdoba puede presumir en materia museística, pues no sólo alberga una ingente riqueza artística sino que algunas de sus sedes ocupan edificios emblemáticos. Uno de ellos es el Museo de Julio Romero de Torres. Está ubicado el mismo edificio que el de Bellas Artes, justo frente a la Posada del Potro. Y abrió sus puertas en 1931, un año después de morir del pintor Julio Romero de Torres. Un periplo por su vida, desde sus comienzos hasta sus obras más famosas: La Chiquita Piconera, Naranjas y Limones, Cante Hondo, Poema a Córdoba, etc.
Igualmente majestuoso resulta el Museo Arqueológico, en el palacio de estilo renacentista de los Páez de Castillejo. En su interior se conserva, investiga y difunden los restos materiales pertenecientes al patrimonio arqueológico tanto de la capital como de la provincia. A través de sus salas, el visitante disfruta de un viaje desde la prehistoria hasta Al-Andalus. En enero de 2011 se inauguró un nuevo edificio contiguo al ya existente.
Nadie puede abandonar la ciudad sin rendir sus respetos a la escultura del Gran Capitán (1923), realizada por Mateo Inurria y que actualmente preside la Plaza de las Tendillas. Sin embargo, la representación de Gonzalo Fernández de Córdoba no siempre estuvo ahí ubicada, pues originalmente se instaló en la avenida del Gran Capitán y no sería hasta 1927 cuando se trasladara a su destino definitivo. .
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