Cinco lugares mágicos para disfrutar del atardecer en Córdoba

Córdoba es, sin duda, uno de los mejores destinos del mundo para recrearse en el atardecer. Pero hay rincones especialmente bellos para disfrutar de la caída del sol, donde los colores son increíblemente fascinantes y la magia del entorno envuelve el momento.

La web Viajar ha seleccionado sus cinco escenarios favoritos de la ciudad para contemplar atardeceres de película. Por supuesto no podía faltar el Puente Romano, con vistas a la Puerta del Puente, el entorno monumental de la Mezquita-Catedral y en el extremo opuesto, la Torre de la Calahorra. "Si observar durante el día estos monumentos ya es todo un lujo, cuando se funden con un cielo rojizo la magia se multiplica", apunta el portal.

Aunque si lo buscas es alejarte del mundanal ruido y gozar de unas panorámicas únicas de la ciudad y de la sierra, lo mejor es que subas hasta Las Ermitas. "El recinto, no solo cuenta con un mirador idóneo para la ocasión, también las esculturas, cruces. así como su historia, le dan a este lugar un aura espiritual".

Menos popular que Las Ermitas, pero igualmente apacible y bello, es el Mirador de las Niñas, entre Trassierra y Las Jaras. "Además, junto a este mirador hay un sendero que lleva hasta la Torre de las Siete Esquinas, desde donde se vigila esta zona del Valle del Guadalquivir a más de 450 metros de altura".

El Parque de la Asomadilla es ideal tanto para un paseo en solitario como para disfrutar de momentos en familia. Está lo suficientemente apartado del centro como para desconectar de la vorágine de la ciudad pero no tanto como para perder demasiado tiempo en el desplazamiento. Cuenta "con amplias zonas verdes para sentarte y beber o comer algo mientras charlas con amigos o simplemente disfrutas de la llegada de la noche. Además, cuenta con un mirador desde el que deleitarte con una vista de toda la ciudad estando en ella".

Uno de los clásicos para pasar el día en familia y hacer turismo de naturaleza es el Parque de Los Villares. Este espacio alberga el Mirador de la Umbría, a poco más de 7 kilómetros de la ciudad y que "te sumerge por completo en la naturaleza, donde reinan las encinas, los arbustos y las diferentes especies salvajes".