Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
La geografía española está salpicada de auténticas maravillas que conocer. Y es que no hace falta recorrer kilómetros para ser testigos de la belleza y magnificencia de algunos enclaves patrimoniales o naturales. Un buen ejemplo es lista que ha hecho la revista Viajar con las siete maravillas de España que están entre los lugares más alucinantes del planeta. Esos destinos que cualquier mortal debería ver al menos una vez en la vida por su singularidad y la historia que los envuelve.
¡Toma buena nota porque la Mezquita - Catedral de Córdoba es una de ellas! Y es que en Viajar la definen, junto con la Alhambra, como "uno de los monumentos más impresionantes de la arquitectura islámica en España y símbolo del legado cultural de Al-Ándalus". Igualmente, la publicación señala que "originalmente construida como una mezquita en el siglo VIII bajo el mandato del emir Abderramán I, fue ampliada varias veces por sus sucesores, dando como resultado una mezcla de estilos arquitectónicos, desde el arte islámico hasta el gótico o el renacentista". Además, el visitante debe prestar especial atención a "sus arcos de herradura, las columnas de mármol y el famoso bosque de columnas que crea un efecto visual que deja sin palabras a todo el que lo contempla".
La Alhambra, la Sagrada Familia, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el Acueducto de Segovia, el Anfiteatro Romano de Mérida y la Catedral de Santiago de Compostela son las seis maravillas restantes que comparten honores con el monumento más icónico de la ciudad califal.
La de Córdoba es la única mezquita que no está orientada a La Meca, sino hacia el sur.
Además, podemos presumir de tener en nuestra ciudad la única mezquita que alberga una catedral dentro. A partir del siglo XIII, con el comienzo de la Reconquista, ningún monarca ni mandatario se atrevió a arrasar esta maravilla arquitectónica sino que se engrandeció bajo el precepto de la religión católica y las nuevas corrientes artísticas y de pensamiento.
Igualmente, es destacable el hecho de que fue la primera en conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco. Se hizo con ella en 1984, al par que fue el debut de Córdoba en tan codiciada nómina.
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