¿Sabías que la Mezquita de Córdoba fue la primera del mundo en convertirse en Patrimonio de la Humanidad?

Patrimonio

Fue en 1984 cuando consiguió la declaración por parte de la Unesco

La ciudad alberga cuatro Patrimonios de la Humanidad desde 2018

El patio más bonito de Córdoba donde comer con vistas a la Mezquita

Mezquita-Catedral de Córdoba / Rafa Alcaide/ EFE

Sin duda la Mezquita-Catedral de Córdoba es un lugar único en el mundo. Una auténtica maravilla producto de la sucesión de culturas, civilizaciones, confesionalidades y poderes fácticos. Al margen de su indiscutible belleza, destaca el hecho de que fue la primera en conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco. Se hizo con ella en 1984, al par que fue el debut de Córdoba en tan codiciada nómina. Después vendrían tres declaraciones más.

Al año siguiente correría la misma suerte la de Santa Sofía de Estambul. Y tres años después, fue distinguida con tal honor la Mezquita de Djingareyber o Djinguereber de Tombuctú, un famoso centro de aprendizaje de Malí, que levantaron en 1327. Curiosamente, su diseño se atribuye al arquitecto granadino Abu Haq Es Saheli.

Pero su singularidad no acaba aquí: es la única mezquita que no está orientada a La Meca, sino hacia el sur. La sección El alma de las ciudades, que llevan a cabo el periodista Javier Sierra y escritor y Presidente de la Sociedad Española de Parapsicología Enrique de Vicente se adentraba recientemente en esta cuestión.

"Una de las teorías señala que como Abderramán I y los suyos venían de Siria, de Damasco..., donde La Meca queda al sur, pues por eso orientaron la Mezquita de Córdoba hacia el sur y no al sureste que es donde está La Meca", señalaba Sierra.

Otros han prolongado la línea de orientación hacia el desierto del Sáhara. Un misterioso punto perdido del Desierto del Sáhara.

"Una tercera vía es que Abderramán I hubiera aprovechado las estructuras previas del templo romano dedicado al dios Jano o la Basílica de San Vicente, que se descubrió hace unas décadas", añadía.

De hecho, "Alhaken II no se atrevió a reorientar la Mezquita sino a embellecerla y no sabemos muy bien por qué. Y es el gran misterio del lugar, porque los muertos de confesión islámica cuyos restos reposan allí, sí están orientados a La Meca".

Además, podemos presumir de tener en nuestra ciudad la única mezquita que alberga una catedral dentro. A partir del siglo XIII, con el comienzo de la Reconquista, ningún monarca ni mandatario se atrevió a arrasar esta maravilla arquitectónica sino que se engrandeció bajo el precepto de la religión católica y las nuevas corrientes artísticas y de pensamiento.

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