La nueva Taberna Salcedo abre sus puertas en Córdoba
Gastronomía
El establecimiento, ubicado en la calle Nuestro Padre Jesús Caído, 3, rinde homenaje al que su abuelo abrió en Los Olivos Borrachos
La Taberna Salcedo, en fotos
La apertura de la nueva Taberna Salcedo (Nuestro Padre Jesús Caído, 3-1) es ya una realidad. Desde hoy los amantes del ambiente de tertulia y barra encontrarán refugio y una excelente propuesta gastronómica al calor de los hermanos José Luis y Pedro Salcedo.
"Al jubilarse mi padre, mi hermano y yo decidimos empezar una etapa nueva recreando la taberna de mis abuelos de los años 40", explica José Luis, tras muchos años al frente de la cocina de Taberna San Cristóbal. "Ha sido difícil dar este paso ya que hemos estado toda la vida allí ¡Vamos, que hemos crecido allí!, pero también entendemos que los tiempos cambian y hay que renovarse dentro de lo tradicional", reconoce. De la misma forma que agradece haber heredado de sus padres "la forma de trabajar, de ese sacrificio para que todo esté correcto, hacerlo con pasión y poniéndole ganas".
El establecimiento que acaba de echar a andar es todo un homenaje vintage a la tradición familiar. "Se llama así por la vuelta a los orígenes de la primera Taberna que se monto en los Olivos Borrachos", explica. De hecho, a comienzos de los años 40 en la casa de Los Olivos Borrachos que tenían sus abuelos se dedicaba mayormente a la venta de vinos. "Pero mi abuela guisaba tapas y ahí empezó todo", puntualiza José Luis.
En su vocación de servicio al gran público, los Salcedo pretenden que la Taberna se un lugar en que todo el mundo tenga cabida y se disfrute de un ambiente agradable. "El ambiente que se vive allí es muy diverso tanto familiar, amigos, empresas, en general", puntualiza.
Así mismo, insiste que "la cocina va a ser la tradicional, de toda la vida, aunque también trabajaremos productos de temporada y sugerencias varias".
De hecho, sus incondicionales pueden estar tranquilos porque en el día a día no faltarán especialidades de la casa como berenjenas, callos de ternera, rabo de toro y la araña frita más famosa de la ciudad.
Tampoco escatimarán en una amplia variedad de vinos, con mimo especial a los de la tierra, como se le presupone a una taberna cordobesa de pro.
Y es que, precisamente, el poder de fascinación de esta familia de taberneros radica en su fidelidad a la tradición y a su esencia gastronómica. "De momento no hemos querido innovar. Preferimos permanecer con nuestra carta de siempre pero quien sabe. Mi opinión es que debe ser tradicional, pero bueno también se puede innovar un poco dentro de la receta original", subraya convencido.
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