Las panaderías de Córdoba donde compran los más sibaritas

Establecimientos que comparten un respeto reverencial a la artesanía, la tradición y la materia prima de primer nivel

Los mejores bares para tapear en El Carpio

Obrador Artesano David Ruano
Obrador Artesano David Ruano / R.G.

Córdoba puede presumir de ser una de las ciudades de mayor tradición panadera. Los establecimientos que elaboran el pan nuestro de cada día custodian y cultivan elaboraciones magistrales, miman la masa madre, controlan las horas de fermentación y los tiempos en el horno. El resultado son auténticas obras de arte, con una miga y una corteza a prueba de foto.

Uno de los decanos en estas lides en la capital es Panificadora La Catalana 1890, cuyo delicioso olor a pan inunda las inmediaciones de San Pablo. El negocio es un referente para quienes buscan los sabores y texturas tradicionales. Su telera es famosa, al igual que los panes abogado y los dulces de factura clásica que elaboran a diario. En los últimos tiempos han apostado, y con éxito, por panes ecológicos y especiales, a base de de cereales y semillas como lino, pipas de calabaza, pipas de girasol, copos de avena, trigo sarraceno, sésamo y mijo.

En este brillante panorama acompaña un pan a la altura de las circunstancias. Uno de los máximos exponentes es el Obrador Artesano David Ruano (Rafael de la Hoz Arderius, 12). Una auténtica bakery al más puro estilo neoyorkino en cristal y acero, que alberga no sólo las variedades de panes que salen de su horno cada mañana sino también pasteles, bollos y productos gourmet de edición limitada propios de cada estación del año. No obstante, la novedad de esta nueva etapa es la inclusión de productos sin gluten.

Los Hermanos Fernández, David y Antonio, son otros de los baluartes del pan de toda la vida. Cuentan con dos despachos en el centro de Córdoba. Uno está en la calle Concepción, 12 y otro en la confluencia de la calle Sevilla, 3/ y la calle Málaga. Aunque quienes lo prefieran también pueden adquirir sus piezas en los que tienen en Avenida de Barcelona, 10; Isla Gomera, 3 o en Venus, 12.

Las suyas son elaboraciones hechas con paciencia y mimo, con fermentaciones largas en función de su tipología. Pero todos sus panes tienen un denominador común: cortezas crujientes que dan cobijo a migas esponjosas y delicadas. Merece, y mucho, la pena probar su pan de maíz y semillas de amapola, el tritordeum o el pan de pasas y nueces o la hogaza.

A la misma familia pertenece Tres Hileras Bakery. Su clientela de Ronda de Tejares, 3 y Manuel Cano 'El Pireo', 1, acude en busca no sólo de sus panes artesanos sino de sus muchos y variadas creaciones dulces: palmeras, croissants, gofres, brioches o galettes (una variante bretona de los crepes). "La carta es atrevida, divertida y sorprendente manteniendo nuestra indiscutible calidad. Combinamos sabores, olores, texturas con un aspecto diferente pero atractivo", adelantaba Antonio Fernández en su día.

Además, se puede disfrutar de un café 100% natural en cualquiera de las mesas del salón o en una de las mesas que componen su agradable terraza. Tres Hileras Bakery ha sido reconocida entre los 50 Mejores Panaderos de España en 2024.

Panadería El Brillante (Avda. de la Arruzafa, 7) es una auténtica institución en la ciudad y flamante ganadora de un Solete Repsol. Se ha sabido adaptar como pocas a los cambios en los gustos y necesidades del público pero sin perder su esencia artesanal.

Sus orígenes se remontan a 1880 cuando el abuelo de Ángel Roldán León fundó la Casa el Pisto y el Horno De la Cruz, en la famosa Plaza de San Miguel. Y fue precisamente a partir del Horno De la Cruz que la familia escinde el mismo negocio en varias ramas. Así nació Horno Panadería San Miguel, que se ubicó en la mítica Venta Vargas, en Avenida del Brillante número 72.

El resto es historia. Más de un siglo como símbolo de autenticidad y calidad en la ciudad. Sus productos son el resultado de materia prima de primera calidad en la búsqueda constante de un resultado en que prime el equilibrio entre tradición y vanguardia.

Un autentico recuperador de elaboraciones, harinas y, por supuesto, el horno de leña es Florencio Villegas de Horno La Tradición (Avda. de Manolete, 19). El nombre del establecimiento hace referencia directa a la continuación de la labor que comenzaron llevando a cabo sus tatarabuelos en el barrio de Santa Cruz. Este joven panadero trabaja con cereales ecológicos y el pan candeal y la famosa telera cordobesa son santo y seña de la casa. También son tremendamente populares sus panettones y roscones de Reyes. Igualmente resultan deliciosos sus croissants y rolls.

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