12 patios de Córdoba con mucha historia y que abren durante todo el año
Turismo
El Palacio de Viana alberga una docena de ellos y un frondoso jardín de los que disfrutar más allá del mayo cordobés
La temporada de Patios en Córdoba ha terminado oficialmente. Sin embargo, hay una docena de ellos (más un jardín) que es posible visitarlos durante todo el año. Se trata de los 12 patios del Palacio de Viana:
- Patio de Recibo
- Patio de los Gatos
- patio de los Naranjos
- Patio de la Madama
- Patio de las Columnas
- Patio de las Rejas
- Patio de la Alberca
- Patio de los Jardineros
- Patio del Pozo
- Patio de la Capilla
- Patio de la Cancela
- Patio del Archivo
El Palacio de Viana de Córdoba es una -si no la más- importante casa histórica de la ciudad. Su distribución, decoración y estructura actual refleja la sucesión de la personalidad y los gustos de las familias que la habitaron entre 1425 y 1980. Un total de 18 propietarios que se han sucedido en cinco siglos y han ido ampliando y transformando un grupo de casas de la Baja Edad Media. La última marquesa de Viana fue Sofía de Lancaster, quien se esforzó por mantener el exquisito origen de este palacio del siglo XIV.
Las diferentes dependencias del Palacio albergan diferentes colecciones de objetos de la más variada índoles (pinturas, vajillas, mosaicos, tapices, azulejos, armas de fuego). Un entorno señorial salpicado de valiosas obras de artes, que enamoran al visitante durante su recorrido. Entre ellas, merece especial mención la colección de guadamecíes y la gran biblioteca de los siglos XVI al XVIII.
Viana está bajo la gestión de la Fundación Cajasur desde 1980 y puede presumir de aglutinar la mayor concentración de patios de la ciudad.
A diferencia de los museos y salas de exposiciones habituales, Viana es una casa vivida y real en la que el visitante se ve envuelto por la historia no solo del lugar sino de sus diferentes moradores a través de los objetos heredados, que se exhiben en su entorno y contexto.
Traspasar el Palacio de Viana es iniciar un recorrido histórico y sensorial por 12 patios cordobeses, cada uno con su propia personalidad, sin salir del edificio. Y lo que es mejor, acerca al espectador al modo de vida privada de la aristocracia que estaba el área más próxima a los círculos de poder.
Igualmente, es reseñable el hecho de que el Palacio fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1981 y dos años después, en 1983, Jardín Histórico-Artístico.
Sus muros encierran un recorrido histórico y sensorial por cinco siglos de historia que arranca en el patio de vecinos de origen medieval y sigue por el jardín-huerto de origen musulmán, sin obviar los patios renacentistas como símbolos de poder, la ampulosidad del Barroco cordobés o la sofisticación propia del romanticismo.
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