La paulova de Bodegas Campos, uno de los postres más famosos de los caterings de boda españoles
Gastronomía
La revista ¡Hola! en su sección de Novias la incluye entre sus nueve favoritos procedentes de toda la geografía nacional
La fama de Bodegas Campos sigue traspasando fronteras. Tanto es así que la sección de Novias de la revista ¡Hola! incluye una de sus creaciones dulces en un selecto grupo de los nueve postres más famosos de los caterings de boda españoles.
La paulova del restaurante cordobés se bate el cobre con creaciones tan icónicas como la Tarta Valentina de Samantha Catering; la pastela de crema y almendras de Isabel Maestre Catering; o la Tarta árabe con tartar de frutos rojos para Ciboulette.
"Entre los caterings más apreciados del país, hay recetas que sobreviven al paso del año y conviven con otras de vanguardia, en las que los chefs y reposteros más reconocidos se lucen en clave dulce", adelanta la publicación.
Se trata de una de las grandes creaciones de la repostería clásica internacional del último siglo y el postre, merienda o ¿por qué no? desayuno de los amantes del merengue y la fruta fresca.
La versión cordobesa de esta tarta "está compuesta por el clásico merengue crujiente, una crema chantilly de calamansi y pétalos de flores de los patios cordobeses que estructuran las catorce casas que forman Bodegas Campos".
Además, se sirve "en un plato hecho a mano en La Rambla, pueblo cordobés famoso por sus talleres alfareros y redescubierto en los últimos meses, por la casa de moda DIOR como proveedor de sus exclusivas vajillas".
Como recalca la publicación, se trata de "uno de los nuevos postres incorporados a final de la pasada temporada en las bodas es la Tarta Pavlova de Bodegas Campos, un postre con historia, como todo lo que hacemos".
Una coreografía sobre el plato
Fue con ocasión de la última edición del Festival de Flora cuando el propio establecimiento contó en sus redes sociales el origen de esta espectacular creación: "Cuando la bailarina Anna Pavlova se encontraba en su gira mundial de 1926, durante su estadía en Nueva Zelanda, el chef del hotel donde Anna Pávlova se hospedaba inventó este postre para sorprenderla".
Así pues, "desde entonces la Pávlova no solo fue conocida por su elegancia en el escenario y su espectacular talento como bailarina, sino que, además, fue reconocida por servir de inspiración para este postre".
"Como novedad para las bodas de la próxima temporada, nuestro Director Gastronómico Rafa Castellón, ha interpretado este mítico postre compuesto por el clásico merengue crujiente, una crema chantilly de calamansi y pétalos de clavellinas de los patios de la bodega", adelantaban allá por mediados de octubre de 2022.
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