El pueblo de Córdoba que no es tan conocido y parece sacado de una película de Disney

Menos de 2.500 habitantes pueblan Almedinilla, un municipio donde desintoxicarse de las prisas y el estrés y recrearse en el silencio y el aire puro. Pero que nadie se lleve a engaño porque en este encantador pueblo hay mucho que ver y hacer.

Y con la llega de la Navidad albergará un planazo único: la visita al Palacio Real de los Reyes Magos, en el Coliseo de Almedinilla, una oportunidad única de descubrir cómo es el lugar donde viven Sus Majestades, los Reyes de Oriente. Una ocasión, como nunca antes de averiguar dónde se guarda la magia y los sueños de todos los niños. La aventura comienza en la Sala de los Buzones Reales, donde los deseos y cartas de los pequeños son recogidos con cariño. Aquí, podrán dejar su propio mensaje a los Reyes Magos y sentir la emoción de ser parte de esta mágica tradición.

A medida que exploren el Palacio, se encontrarán con las Estancias de las Mensajeras, donde valientes ayudantes de Sus Majestades los pondrán a prueba con divertidos desafíos y preguntas sobre los magos y su historia.

Tampoco deben perderse la Sala de los Deseos y los Sueños, un lugar donde la imaginación cobra vida. Aquí, se recogen los sueños de todos los visitantes para que algún día puedan hacerse realidad. Una de las estancias importantes de la visita será la Fragua Real, un lugar mágico donde las llaves conseguidas durante el recorrido serán fundidas en una llave única. Esta llave simboliza los esfuerzos y experiencias, y será indispensable para abrir la puerta principal del Palacio.

Por último, se accederá al Comedor Real, un espacio donde la historia y la fantasía se entrelazan, perfecto para tomar un riquisímo chocolate con churros para reponer fuerzas. Pero la visita no termina ahí. Se puede asistir al cuenta cuentos, un espacio donde escuchar relatos fantásticos, donde cobran vida los personajes.

¡Eso sí! El Palacio Real de los Reyes Magos abrirá solamente 27, 28, 29 y 30 de diciembre y 2, 3 y 4 de enero en horario de 17:00 a 20:00.

El precio de la entrada es de 8 euros a partir del 1 de diciembre y de 10 euros del 27 de diciembre al 4 de enero. También se puede adquirir la entrada especial 'Descubre Almedinilla', que cuesta 12 euros e incluye visita guiada a la Villa Romana y al Taller de Mosaicos.

Equilibrio perfecto de cultura y naturaleza

Es uno de los municipios donde encontrar una mayor variedad de alojamientos rurales. A eso se suma su patrimonio arqueológico en que destaca la Villa Romana de El Ruedo (Declarada B.I.C), una de las superficies más importantes de la Península; y el Poblado Íbero Cerro de la Cruz también declarado B.I.C. Además, su Museo Histórico–Arqueológico alberga las extraordinarias piezas que están aportando estos yacimientos. Entre ellas, destaca la cerámica íbera y el conjunto escultórico la villa romana, aunque el auténtico protagonista es Hypnos o Somnus, el Dios grecorromano del sueño, cuyo estado lo convierte en la más importante de las pocas conservadas en el mundo.

Si bien el Poblado Íbero de la Cruz fue arrasado por completo con la llegada del Imperio Romano, se han reconstruido casas y un horno de cerámica propio de esta cultura, con su decoración y utensilios para que el visitante pueda hacerse una idea fidedigna sobre cómo era el Poblado Íbero de Almedinilla.

Los visitantes de Almedinilla deben saber que para otear una de las mejores panorámicas del pueblo han de llegar hasta la Peña del Pingorote, próxima a una cerrada curva de la carretera que lleva a Brácana.

Otros de los lugares más bonitos del pueblo son las Llanadas, los Castillejos y el Cerro de la Cruz. Y en su núcleo urbano destacan por su encanto la calle Molinos y su entorno, el barrio del Puente. Es toda una experiencia perderse por calles con personalidad propia como Cerrillo, Calvario, Acequia, Vado, Río o Ramón y Cajal.

Aunque, sin duda, entre los emplazamientos más pintorescos destacan La Plaza de los Cuatro Caños y la Torre del Reloj, que data de la II República.