El pueblo de la Córdoba vaciada donde descansar y comer de fábula
Turismo
Es el municipio más alejado de Córdoba capital y está situado en Los Pedroches
Dos de las paradas obligatorias para el turista son la Ermita de San Gregorio y la Parroquia de Santa Ana
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Conquista impresiona a todo aquel que lo visita. Enclavado en la comarca de Los Pedroches, es un paraíso rodeado de naturaleza y su población no llega a los 400 habitantes. En suma, es un oasis que resulta ideal para desconectar. De hecho es el municipio más alejado de Córdoba capital. Está ubicado en el noreste de la provincia y en poco más de una hora se recorren los 106 kilómetros que lo separan de la metrópolis. A Conquista no se llega por casualidad. Hay que ir. El núcleo cercano de mayor población es Pozoblanco, a aproximadamente media hora en coche. Y hasta Puertollano, en Ciudad Real, se tarda 75 minutos.
Dos de las paradas obligatorias para el turista son la Ermita de San Gregorio y la Parroquia de Santa Ana, en honor a sus respectivos patrones. En los terrenos anexos a la ermita se celebra la Romería en honor al Santo, cuya imagen alberga en su interior. Está ubicada en el Paraje de Navagrande. Está circundada por un gran y denso encinar.
Por su parte, la Parroquia de Santa Ana es una construcción de la década de los 60 del siglo pasado, pues el templo se quemó durante la Guerra Civil y a mediados de los 50 hubo de ser demolido.
Su interior alberga un llamativo retablo de madera tallada y dorada que proviene de la iglesia cordobesa de San Basilio, que data de la primera mitad del siglo XVIII. Sobre la portada destaca la espadaña. Ambos elementos son de inspiración barroca y donde se impone la combinación de amarillo sobre el fondo blanco.
Radicalmente diferente es el paisaje que envuelve las zonas de las antiguas minas de bismuto. El visitante se siente como en una auténtica película de misterio durante la visita a las minas, que se lleva a cabo a través de eucaliptos y construcciones abandonadas.
En un lugar como Conquista otro de los grandes placeres es pasear por senderos y caminos por donde en tiempos transitó el antiguo ferrocarril (Peñarroya-Puertollano).
La de Conquista con el granito es una historia de amor que dura siglos. De hecho, llaman poderosamente la atención las fachadas encaladas que contrastan con portales de granito en arco o adintelado abajo. Los máximos exponentes de está en la plaza principal y en la calle Iglesia, siendo los más antiguos del siglo XVI. Los mejores ejemplos son la Casa de las Postas y la Casa de Torrico.
Paraíso foodie
Otro de los grandes atractivos del pueblo es su gastronomía, estrechamente relacionada con la carne de caza. Entre los platos más populares están los elaborados a base de liebre, con arroz o al rustido. Muy típica es la perdiz (o gallina vieja) en salmorejo, pero ¡ojo! porque éste último en nada se parece a la famosa crema fría cordobesa.
Otros de los manjares locales son las llamadas morcillas del año, hecha con grasa de cerdo ibérico y con recortes de despiece y panceta descortezada, y otra morcilla llamada zanga, que es de cebolla. Y qué mejor que acompañarlas con panes artesanos, ya sea el redondo o las roscas.
El toque dulce lo ponen las perrunas, que se elaboran durante todo el año. Aunque sus dulces más típicos son los llamados pelusos, ya sea en forma de estrellas o de corazones. Su receta incluye manteca, harina, vino, aguardiente y zumos de naranja.
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