Cuatro pueblos de Córdoba donde desconectar para reconectar
Turismo
Fuente Tójar, El Guijo, Valsequillo y Fuente La Lancha son ideales para practicar el turismo consciente
Municipios donde hay poco más que hacer que escuchar los sonidos de la naturaleza, respirar aire puro y reponer fuerzas con una gastronomía llena de personalidad
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Los municipios que forman parte de la Córdoba vaciada se están alzando como destinos de moda para quienes gustan de cultivar el arte del dolce far niente, perfectamente compatible con el slow travel y el turismo consciente.
Localidades como Fuente Tójar, El Guijo, Valsequillo y Fuente La Lancha son perfectos para viajeros que huyen de los lugares masificados, de la lluvia de fotografías y el acceso ilimitados a datos para dar cuenta de su escapada en tiempo real a través de las redes sociales.
En una sociedad en que las prisas y la avalancha de información y de ruido de todo tipo generan en el individuo una ansiedad sin precedentes, ¿qué es el auténtico lujo? Muchos son los turistas que buscan planes en que prima el tiempo de calidad -solos o en compañía- para llevar a cabo una desconexión total, para -continuando con el lenguaje técnico- resetear nuestra mente y recargar las pilas al 100%. Así pues se convierten en objeto de deseo los pueblos pequeños, con pocos habitantes y en que la vida rural es, en sí misma, el gran atractivo, al margen de la oferta patrimonial y artística en mayor o menor medida.
En el corazón de la Subbética cordobesa Fuente Tójar tiene poco más de 700 habitantes. Está a casi dos horas de trayecto de la capital en dirección sureste. Y cuenta con bonitos espacios naturales para practicar el senderismo, como la Ruta de los Barrancos, que llega hasta el Cerro de las Cabezas, uno de los enclaves arqueológicos más importantes de Andalucía.
Otro magnífico plan para respirar aire puro, solo o en familia, es hacer una excursión al Mirador de Canteruela, donde hay un merendero con mesas y sillas de piedra perfecto para descansar o comer algo. Desde allí hay unas vistas magníficas no sólo del pueblo, sino también del paisaje de la Subbética.
Ya dentro del propio núcleo urbano resulta interesante visitar la preciosa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que data del siglo VII y cuyo exterior está custodiado por tres huertos.
Igualmente, para hacerse una idea más aproximada de los devenires pretéritos del pueblo es muy aconsejable ir al Museo Histórico Municipal de Fuente Tójar. No obstante, la localidad ofrece la posibilidad de conocer su historia y a sus personajes más ilustres a través de una interesante ruta de arte urbano, compuesta por siete grafitis.
El censo de El Guijo, en la comarca de Los Pedroches, supera escasamente los 340 moradores. De hecho, a día de hoy es el pueblo menos poblado de Córdoba. Pues bien, en este oasis de tranquilidad, merece la pena conocer la Parroquia de Santa Ana, cuya construcción data del siglo XVI y en la que parece que ser intervino Hernán Ruiz III.
A seis kilómetros de la localidad está la Ermita de la Virgen de las Cruces, en el paraje de El Soto, un lugar privilegiado por su valor basto patrimonio natural y la proximidad al yacimiento arqueológico más importante de toda la comarca y lugar tradicional de culto. Este no es otro que el Yacimiento Arqueológico de Majadaiglesia. Y es que el Cerro de Majadaiglesia, está en la mitad de dos principales vías romanas que atraviesan el territorio.
Al margen del yacimiento, cobra especial relevancia paisajística El Calvario, un lugar con reminiscencias bíblicas, donde está presente el olivo y la cruz. Una ubicación en altura desde que la que avistar una preciosa panorámica del municipio, a un lado, y de la dehesa, por el otro.
Fisonomía serrana
En la misma comarca encontramos Fuente La Lancha. Realmente bonita y acogedora es la Iglesia de Santa Catalina. Parece construida en los albores del siglo XVI y cumple con los cánones propios de la arquitectura serrana de los pueblos del norte de Córdoba.
Quienes visitan este pueblo también se dejan seducir por la tipología de sus casas tradicionales. En Fuente la Lancha, no existen casas señoriales, pues las viviendas de familias más acomodadas suelen ser de construcción bastante reciente. Pero en contraposición hay aún muchas casas típicas de familias modestas, que pertenecen al tipo común del Valle de los Pedroches, en las que llama claramente atención la chimenea característica de la comarca, alargada, abierta por arriba, y que se ubica siempre sobre la cocina.
Fiel a la estética pedrocheña, se imponen las fachadas blancas, inmaculadas, que contrastan con bloques de granito en jambas y dinteles de las viviendas.
Una escapada a Valsequillo, en el Valle del Guadiato, resulta una fórmula magistral para gozar del turismo activo y conectar con la naturaleza. Resulta una zona perfecta para hacer senderismo y acometer rutas como la de Sierra Trapera, Arroyo Tolote y Peñas Altas con una flora y fauna absolutamente espectacular.es O si nos vemos con ganas y en buena forma física podemos acometer el sendero GR 39, que se extiende más de 100 kilómetros y recorre los términos municipales de Torrecampo, El Guijo, El Viso, Belalcázar, Hinojosa del Duque, Valsequillo, La Granjuela, y Fuente Obejuna.
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