Cinco pueblos de Córdoba en los que disfrutar de la desconexión total

La provincia de Córdoba tiene numerosos enclaves en los que gozar del slow travel o turismo consciente, relajado y que pone en valor la idiosincrasia del lugar. La edición digital de Viajes National Geographic ha puesto su foco sobre cinco localidades cordobesas que cumplen todos los cánones para que el viajero desconecte y se aísle del mundanal ruido, a la vez que tiene numerosos planes de turismo de naturaleza entre los que elegir o visitas a algunos de los lugares con más patrimonio artístico y cultural de la provincia.

El portal especializado en turismo incluye en su ruta cordobesa a Zuheros, Iznájar, Almodóvar del Río, Hinojosa del Duque y Montoro. Todos ellos comparten "su esencia rural, bañados de luz cálida, blancos, flotando en un mar verde de olivos", como apunta la publicación.

La primera parada es Zuheros "un pueblo que aparece con su frente de casas blancas escoltadas por la silueta de su castillo-palacio que se confunde con el agreste paisaje del cañón del Bailón y el cerro del Zumacal que tiene como telón de fondo". Igualmente, recomienda visitar la Cueva de los Murciélagos, así como el Museo de Costumbres y Artes Populares.

En el caso de Iznájar, no hay duda, es imprescindible contemplar la grandeza del embalse, la torre de la Parroquia de Santiago, el Patio de las Comedias -íntimamente ligado a las representaciones teatrales del siglo XVI-. Aunque la joya de la corona es el Castillo de Iznájar, al que el inmortal Rafael Alberti dedicó un poema.

Si el destino elegido es Almodóvar del Río, está de más decir que el Castillo de la Floresta es una apuesta segura para vivir un auténtico viaje en el tiempo. Además, los más cinéfilos lo visitan como escenario de una de las temporadas de Juego de Tronos. Igualmente bonito es su centro histórico, "en el que el viajero se encontrará con la Capilla del Convento, el edificio religioso más antiguo de la localidad (siglo XVI), y otros muchos más monumentos destacados, como la Iglesia de la Inmaculada Concepción, la casa señorial de los Natera o el edificio del antiguo ayuntamiento".

No son pocos los viajeros que quedan impresionados por los tesoros que alberga Hinojosa del Duque, "surcado por numerosos arroyos que pertenecen a la cuenca del Guadiana y que muchos conocen como el pueblo cordobés de las ermitas; la primera de ellas, la de Santa Ana, de bello estilo gótico-renacentista". Aunque "la joya de Hinojosa del Duque es la medieval iglesia de San Juan Bautista, la llamada "Catedral de la Sierra" por su sorprendente majestuosidad".

Con la boca abierta se quedan también quienes recalan en Montoro, "la bella escondida" o "la Toledo de Andalucía". Pocos espacios son tan impresionantes y cuentan con una flora y fauna del calibre del Parque Natural de la Sierra de Cardeña-Montoro.

Además, su panorámica es una estampa de contraste entre el rojo de sus fachadas encaladas y el rojo de la piedra molinaza tan habitual en sus construcciones. "Buena muestra de ello es la Plaza de España, centro urbano y monumental, verdadero corazón de Montoro, dominada por la parroquia de San Bartolomé y el Ayuntamiento, cuya fachada es una exhibición del nivel artístico que se alcanzó aquí en la talla de la piedra molinaza", apunta Viajes National Geographic. Pero eso no es todo, ya que "cuenta con una treintena de casonas señoriales y otros rincones con encanto, como las Tercias Catedralicias, el arco de la Torremocha o el altar del Postigo.