La receta de rabo de toro (infalible) de la casa de comidas más famosa de San Basilio
Un guiso perfecto para los días de frío y que ya es emblema gastronómico de Córdoba
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Seas o no cordobés, si nunca te has atrevido a guisar un buen rabo de toro, atrévete con está receta que está para chuparse los dedos (literalmente). No lo decimos nosotros, sino los clientes de La Posada del Caballo Andaluz, una casa de comidas como las de antes ubicada en el corazón del barrio del Alcázar Viejo. Hasta la calle San Basilio, 16, peregrinan miles de devotos de este manjar típicamente cordobés.
En su receta de rabo de toro no hay trampa ni cartón: una carne jugosa con una salsa para mojar pan de telera de aquí a la eternidad.
Para poder emularla debes comenzar haciendo un sofrito a base de cebolla, tomate, ajo y zanahoria. Deja que se poche a fuego lento.
Seguidamente se incorpora el rabo de toro al sofrito y lo mareamos para que la carne se impregne bien y sin prisa.
Es el momento de añadir un buen chorreón de amontillado y un poco de vino tinto; sal, pimienta y pimentón dulce de La Vera y colorante alimentario. Rehogamos la mezcla de nuevo.
Cubrimos con agua y ponemos a fuego lento a que se haga el guiso. ¡Eso sí! Sé paciente porque el proceso tardará entre 6 y 8 horas para que la carne salga jugosa y tierna.
En la Posada del Caballo Andaluz lo sirven sobre un lecho de patatas fritas en rodajas. ¡Combinación ganadora a todas luces!
¿Para maridarlo? Un buen amontillado de Montilla Moriles es una magnífica opción, aunque un tinto de la tierra tampoco desmerece el resultado.
Y es que en esta casa saben mucho de vinos y de comer bien. De la cocina de La Posada Del Caballo Andaluz salen, eminentemente, recetas señeras de nuestra cultura gastronómica para poner en valor los sabores de la cocina de siempre. Cocinan a fuego lento, como antaño, y además disponen de platos de temporada para cada momento del año. Se aconseja reservar porque la afluencia es masiva en época de Patios y no irse sin degustar sus migas, el salmorejo y su pescaíto frito. Otra de las joyas de la casa son los postres como torrijas, leche frita y pestiños.
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