El restaurante de Córdoba, premiado con un Sol Repsol, que fue ermita y hospital
Está ubicado al comienzo de la calle Candelaria, en pleno corazón del Casco Histórico de la ciudad
Terra Olea y Ermita de la Candelaria, dos nuevos Soles Repsol en el firmamento cordobés
Ermita de la Candelaria es uno de los restaurantes mejor valorados de Córdoba por crítica y público y uno de los favoritos de las celebrities cuando recalan en la ciudad. No en vano, a comienzos de año fue galardonado con un Sol Repsol y el pasado mes de junio recibió la visita de Luis Miguel y Paloma Cuevas. Pero, ¿sabías que hace seis siglos fue ermita y hospital?
El espacio dedicado al restaurante ocupa una antigua ermita del siglo XV recuperada y que se articula en tres naves. El inmueble se caracteriza por sus pilares ochavados de ladrillo, colores suaves y vidrieras diáfanas con magníficas vistas al patio. El conjunto irradia serenidad y calma, lo que hace que sea un lugar para detenerse, relajarse y disfrutar con los cincos sentidos.
Igualmente, es justo destacar que el patio adyacente y el resto de la casa fue un hospital destinado a mujeres desfavorecidas: "El día 20 de Noviembre de 1416 otorgaba su testamento ante Miguel Sánchez, Aldonza Martín, mujer que fue de Simón Pérez. Y, por él, instituía como único heredero a Diego Rodríguez, imponiéndole la condición de que en las casas que eran su morada, sitas en la calle del Baño, frente a la de la Rosa, se fundase un hospital con el título y bajo advocación de Santa María de la Candelaria. Instituyéndose enseguida una Cofradía para atender a las necesidades que lleva consigo la Fundación del Hospital", así lo refleja la propia web del restaurante, que añade: "Esta Cofradía se dio a sí misma unas reglas en 1487, en cuyo capítulo XX se manda: "Que tengamos en la casa de Sta. María Candelaria mujeres pobres, viudas y honestas que nos puedan pagar el alquiler de casa, y por ser pobres las enterremos así como pobres, y que cada mujer de las more por si, y esto por la paz dellas y que las enterremos con todos los Cofrades y con las Candelas encendidas de la Cofradía y con el paso de seda de la Cofradía".
La de Ermita de la Candelaria es una cocina de siempre, comprometida con productos de proximidad y temporada pero sin renunciar a la vanguardia gastronómica. "Lo hacemos por convicción, porque creemos en la calidad de los productos de nuestras Sierras, de la Campiña, de las ricas huertas del Genil y del Guadalquivir, y sin duda, de nuestros olivares y viñedos de Montilla Moriles, que cuando conviven en las tierras albarizas del sur de la provincia, nos parecen que conforman un paisaje único y mágico", destacan desde el restaurante de Javier Campos. Y añaden: "Además, nos sentimos orgullosos del legado de nuestros mayores, especialmente de la cocina de nuestras madres y abuelas, quienes nos educaron el paladar y los sentidos desde niños".
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