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Gastronomía
En el caso de Córdoba, muchos de los mejores restaurantes de la ciudad están ubicados en su Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y la zona más frecuentada por turistas.
El grupo de restauración Bodegas Mezquita es un magnífico ejemplo de que buena ubicación no está reñida con calidad en cualquiera de sus sedes -Céspedes, Ribera, Corregidor y Cruz del Rastro-. Todas ellas están, literalmente, a un salto del paso de hermandades y cofradías. En su carta no faltan las especialidades propias de la gastronomía cordobesa, con los platos tradicionales, tapas suculentas y los más exquisitos vinos de la tierra. Imprescindible probar su rabo de toro, así como las albóndigas mozárabes, el flamenquín y el salmorejo.
Bodegas Campos (Lineros, 32) es, sin duda, historia viva de la ciudad. Desde los años sesenta, en que pasó a convertirse en restaurante, conserva decenas de botas de vino con dedicatorias de celebrities de la más variada índole. Reyes,toreros, deportistas, estrellas del cine y la televisión, jefes de estado y toda suerte de rostros conocidos no se han resistido a dejar su impronta sobre la madera. En la estancia bautizada como La Sacristía ocupan un lugar de honor las barricas con las firmas de los reyes Felipe y Letizia y de los parientes más próximos al actual monarca español. Su cocina tradicional y fuertemente enraizada a la tierra, junto con una selección de vinos admirable y el encanto único de casa solariega andaluza conforman la fórmula mágica para perdurar más allá de las modas gastronómicas.
Muy próximas también están dos barras que son míticas no sólo en el barrio sino entre los viajeros más sibaritas de todo el mundo Se trata de la de El ChurrascoEl Churrasco (Romero, 16) y la de Casa Pepe de la Judería (Romero, 1). Una buena copa de vino de la tierra es imprescindible para acompañar a los deliciosos bocados, tanto fríos como calientes, que salen de detrás del mostrador. En la barra de El Churrasco -medio de fino en mano- es religión deleitarse con jamón de bellota, queso, tortilla de patatas o un buen churrasco. La propuesta de este decano de la cocina local se basa en el mejor producto fresco. Por su parte, en Casa Pepe de la Judería última se puede elegir entre charcutería fina, pescados, salazones, tapas, ensaladas y carnes.
Los amantes de la cocina tradicional pueden proseguir su ruta en Taberna El Capricho (Velázquez Bosco, 8). Su dueña, Antonia Carmona, fue elegida Señora de las Tabernas 2023 y es una de las profesionales que más y mejor conocen los secretos para hacer un buen rabo de toro. También elabora a diario platos más fresquitos como salmorejo, ensaladilla o ensalada tan apetecibles en los meses de primavera.
Si se busca continente y contenido, pocos sitios son tan recomendables como Moriles Ribera (Paseo de la Ribera, 6). Fórmulas reconocidas y reconocibles del recetario cordobés en un palacete modernista de comienzos del siglo XX, diseño del prestigioso arquitecto Rafael de la Hoz. Ambientazo y vistas privilegiadas del Río Guadalquivir. Su carta va desde lo más cañí, como rabo de toro, migas cortijeras, cochifrito confitado o cogollos con ajitos, a deliciosos risottos, revueltos, tostas o mariscos.
Tampoco desmerece Taberna Regina (Plaza de Regina), cuyas patatas bravas son una institución en Córdoba. En ración o en formato tapa, sus patatas cortadas en trozos grandes y con el punto justo de sal, llegan a la mesa turgentes y con un velo de mahonesa y salsa brava (muy brava) por el encima, que da gloria.
Es más que recomendable probar sus peroles de arroz, la carrillada o el rabo de toro. Su chorizo al vino merece mención aparte. Chopitos y bacalao fritos, huevos rellenos, carne al Jerez y berenjenas con salmorejo completa su nómina de best seller.
Junto a la Torre de la Calahorra encontramos el Bar Los Romerillos (Calle Acera del Arrecife, 6) magnífico para dar buena cuenta de comida casera en un ambiente popular. Al pescaíto le dan un punto a la fritura como en pocos sitios, al igual que a platos de factura local como el salmorejo, la ensaladilla o los flamenquines.
Y no nos podemos dejar atrás uno de los establecimientos más míticos y con vistas a la Mezquita, Bar Santos. No hay cordobés de pro que no haya degustado una generosa ración de su mega tortilla de patatas Este mítico establecimiento ubicado en uno de los laterales de la Mezquita-Catedral (calle Magistral González Francés, 3) asombra a lugareños y visitante por su altura y su grosor. Para elaborar cada una de ellas se emplean 5 kilos de patatas y 25 huevos.
El resultado son trozos XXL que el respetable suele acompañar con palillos gruesos y una cerveza fría y recién tirada. Dar buena cuenta del manjar en los alrededores del establecimiento -de reducidísimas dimensiones- es parte de la liturgia.
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