Los restaurantes de Córdoba con más sabor a Julio Romero de Torres

La figura de la Chiquita Piconera es protagonista indiscutible de algunos de los establecimientos más de moda en la ciudad

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Voraz de Julio / Redes Voraz de Julio

La Chiquita Piconera fue una de las últimas obras que hizo el pintor Julio Romero de Torres antes de morir en 1930. Casi un siglo después es, sin duda, su cuadro más famoso y su protagonista, María Teresa López, no sólo inspiró al artista cordobés sino también a hosteleros, chefs y bartenders de la ciudad.

Actualmente, hay toda una ruta gastronómica impregnada del espíritu de La Chiquita Piconera. Sus enigmáticos ojos negros y la incipiente sensualidad de una "Lolita" cordobesa meneando el picón del brasero son punto de partida de creaciones llenas de sabor. Quizás el establecimiento en que más referencias hay al personaje es Voraz de Julio (Paseo de la Ribera). Paredes, techos y carátula de la carta reproducen un universo de ensoñación con la musa de Romero de Torres como protagonista. Así mismo, uno de los cócteles más icónicos de Voraz de Julio es La Chiquita Piconera.

La última apertura del Grupo Sojo pone la miel en los labios a sus comensales con la música que comienza a sonar a primera hora de la tarde en el restaurante, cuya oferta gastronómica aúna alta cocina con cócteles firmados por el propio Santiago Madueño. Para ello se inspiró en los textos del libro El alma cordobesa de Romero de Torres (1930) que descubrió en un anticuario madrileño mientras trabajaba en la elaboración de la carta de Voraz de Julio. ¿El resultado? Nombres tan inspiradores como La Chiquita Piconera, El Toro de Belmonte o Un kraken por el Guadalquivir.

La primera parada es Gastrotaberna La Chiquita de Quini (Manríquez, 3) está ubicada encuentra en el centro de Córdoba, a solo 200 metros de la célebre Mezquita-Catedral y a escasos diez minutos de los principales monumentos y lugares de interés de la ciudad (Alcázar de los Reyes Cristianos, Caballerizas Reales, Puente Romano, Torre de la Calahorra o el Museo Julio Romero de Torres). Una ubicación perfecta para recorrer a pie la Córdoba más auténtica y descubrir sus rincones llenos de historia. Entre sus tapas más célebres están: taco de rabo de toro con guacamole, salmorejo cordobés, flor de alcachofa a la Chiquita (flor de alcachofa a la brasa con foie en aceite de trufa); medio flamenquín de la casa o la piruleta de berenjena en tempura con miel de caña.

Algunos de sus entrantes más apetecibles están las patatas a la Chiquita (cebolla caramelizada, foie, huevos fritos, patatas paja, aceite de trufa y pimentón); las berenjenas a la Chiquita (con Foie, jamón ibérico, queso de cabra y miel de flores). Entre su oferta de pescado destacael bacalao frito sobre base de pisto andaluz y la dorada thai.

A la hora de decantarnos por carnes son buenas opciones el tradicional rabo de toro; el flamenquín cordobés o el de la Chiquita (con solomillo) y churrasco cordobés ibérico de bellota. No obstante, merece la pena probar la lasaña la Chiquita de cordero lechal, bechamel de curry y salsa de higos.

Al mismo grupo hostelero pertenece La Lianta de Quini. Es uno de los restaurantes de moda en Córdoba, está ubicado al final de la Calleja Arcos, recientemente rebautizada como Calleja del Salmorejo.

Un edificio emblemático de la ciudad a modo de una antigua casa de vecinos acoge este establecimiento único en Córdoba, donde se puede disfrutar de una gastronomía típica de la zona acompañada de la mejor música en directo y un ambientazo. De hecho no es raro encontrarse por allí con algún que otro rostro famoso.

Más allá de su propuesta culinaria, si por algo destaca también es por su entorno, el conocido barrio de la Judería de Córdoba. Apenas lo separan unos minutos andando de la Mezquita-Catedral y a menos de 10 minutos a pie están los principales monumentos y lugares de interés de la ciudad (Alcázar de los Reyes Cristianos, Caballerizas Reales, Puente Romano, Torre de la Calahorra o el Museo Julio Romero de Torres).

En esta gastrotaberna el comensal puede degustar lo más icónico de la cocina típica cordobesa pero con un toque de sofisticación, desde el tradicional flamenquín cordobés al rabo de toro. Además, de miércoles a domingo tanto por la tarde como por la noche suelen acudir artistas de la más variada índole a su patio para tocar y cantar en directo.

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