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El calor impeninente de nuestra ciudad en verano convierte una cerveza bien fría en uno de los bienes más preciados en Córdoba.
El secreto para que una cerveza perfectano radica en la marca, la tipología, el maridaje ni siquiera en si está mal o bien tirada. Lo que de verdad suma enteros en una experiencia cervecera es que tenga la temperatura ideal, y a estas fechas y en Córdoba, lo ideal es que esté por debajo de 0º. Los expertos apuntan a que -2º es el punto glacial de disfrute máximo.
La canícula insta a sus incondicionales a tomarla casi al paso, de camino a casa o a una cita con amigos. También hay quienes hacen del "ratito de la caña" un momento sagrado no sólo para refrescarse o socializar sino para disfrutar de las especialidades gastronómicas del establecimiento en cuestión.
Ubicada en pleno Bulebar Hernán Ruiz, cuenta con un salón y con una amplísima terraza donde degustar una cerveza fresquita ¡Tanto que llega a los -8º! Su carta de vinos tampoco desmerece y su cocina combina el estilo tradicional de los platos cordobeses con las propuestas más vanguardistas. Sus comensales se debaten entre platos que van del pan bao con calamares y mahonesa de ajo negro a recetas de siempre como la araña frita o las patatas a la cantarera con huevo y lascas de jamón.
En Taberna La Revirá (Claudio Marcelo, 1) esta detrás de la barra Ricardo Mondéjar -más conocido como Richar entre sus incondicionales-, hermano de La Paz y costalero. En este recoleto local alberga más de un centenera de marcos con fotografías de cristos y vírgenes, nazarenos, costaleros y capataces.más de un centenera de marcos con fotografías Además, hay un cuadro que preside el estandarte de la Hermandad Matriz del Rocío. Tampoco faltan estampitas de todas las hermandades que procesionan en Córdoba, una colección que sus clientes más fieles se preocupan de aumentar.
Su carta se actualiza cada día en el par de pizarras que cuelgan de sus paredes. Es un pecado irse de allí sin probar junto a una cañita sus molletes de lomo en salsa, pringá, carne con tomate, salmón con queso, melva, zurrapa o panceta salá. También sirven puntas de solomillo al PX, rabo de toro, codillo, bacalao con pisto, carne de venao o queso en aceite
Quienes busquen comodidades, platos de autor y sofisticación pueden ir olvidándose de recalar en El Correo (Jesús y María, 2). El famoso bar tiene un ADN propio a base de fríos vasos de cerveza bien tirada, unas cuantas tapas sencillas entre las que escoger y, por supuesto, práctica ausencia de mobiliario donde apoyar las posaderas o tan siquiera acomodar el codo. Lo que sí sobra es tertulia y un ambiente desenfadado, amén de lo concurridos que están sus aledaños a la hora del aperitivo ya sea matutino o vespertino.
Ubicada en la cordobesa Plaza del Cardenal Toledo, es una de las tabernas cofrades con más solera y una legión de parroquianos con una fidelidad a prueba de bombas.
Su oferta gastronómica está basada en productos muy relacionados con la historia cofrade como son los montaditos de pringá, aunque va mucho más allá: "Tenemos desde tapas y raciones frías típicas de Córdoba a otras calientes, como una buena carrillada, lomo en salsa, albóndigas con salsa dulce", asegura Norberto Samblas, uno de sus dueños. También ofrecen conservas, montaditos o empanada. Aunque si por algo es famosa La Bendita Locura es por sus peroles de autor, que no es más que una reunión en la cual una o varias personas se encargan de guisar el perol.
Un paseo hasta María La Judía, 16, bien merece la pena con tal de refrescarse con una caña bien tirada en Los Chopos. El bar, además, ofrece una amplia variedad de cervezas embotelladas entre las que elegir. Se recomienda probarlas con una buena cuña de tortilla de patatas recién hecha, o en compañía de sus boquerones en vinagre o alguna ensalada bien fresquita. Sus más de 30 molletes con rellenos diferentes ejercen también un poder de seducción sobre la clientela capaz de doblegar las voluntades más férreas.
Bar Los Chopos ha ampliado su oferta gastronómica y lo hace en un nuevo espacio. Se trata de un salón contiguo al Bar, que ejercerá de restaurante gourmet. Una zona perfecta para deleitarse con la versión más premium de su cocina. ¿Qué hay de nuevo por María La Judía, 16? "Se trata de una nueva parte de restaurante que nos sirve para ampliar la carta, ya que hemos invertido en una maquinaria puntera, no la típica cocina al uso. Productos de primera calidad, la carta de vinos de Félix Solís -por supuesto con los vinos generosos de nuestra tierra- y 20 variedades diferentes de cerveza (belgas, trigo, negra etc..)", adelanta Álvaro Morales, uno de los responsables del negocio.
Casi llegando a la Plaza de las Tendillas hay uno de esos establecimientos en que ha de pararse cualquier cervecero pro. Se trata de Casa Tollín (Calle Málaga, 1). Miguel Eguidazu la sirve casi granizada. Montaditos, mazamorra, tostas, ensaladas... un abanico de elaboraciones bien ejecutadas y suculentas entre las que es difícil elegir.
Apenas a unos metros está Tendillas 5. Paladear una buena cerveza en su terraza con vistas o en su salón art decó es uno de los grandes placeres que ofrece la ciudad. Los entrantes de su carta se prestan a improvisar un picoteo de nivel: ensaladilla, atún en diferentes elaboraciones, salmorejo, bravas, anchoa del Cantábrico sobre tosta de maíz, etc.
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