Los imprescindibles que visitar en una escapada exprés a Córdoba

Los incondicionales de Viajes National Geographic habrán encontrado en su número de octubre como la ciudad de Córdoba es una de las protagonistas de portada, compartiendo espacio con otros destinos tan principales como Australia, Túnez, Burdeos o Turín.

Casi 20 páginas son las que la prestigios revista dedica a 'Córdoba, la ciudad de las maravillas', una deliciosa y acertada travesía por los monumentos, museos, rincones, patios, plazas, calles, y, por supuesto, restaurantes que hay que conocer para empaparse de la esencia de Córdoba.

La revista apuesta por ocho lugares como los imprescindibles para hacerse una idea acertada y cercana a la grandiosidad y eclecticismo de la historia de Córdoba si no se dispones de mucho tiempo para visitar la capital.

Bien es verdad que sus propuestas se pueden acometer en un par de días sin demasiado problema. La primera para es el Puente Romano, que fue levantado en el siglo I a. C. y ha sido sometido a varias remodelaciones a lo largo de la Historia.

Si bien la estructura principal data del medievo. Está formado por dieciséis arcos y su zona central los cordobeses dejan flores y prenden velas ante las escultura del Custodio de Córdoba, San Rafael, obra del siglo XVI, realizada por Bernabé Gómez del Río.

Entrando por el sur a la ciudad y cruzando el Puente Romano, el visitante desemboca prácticamente en la Mezquita-Catedral, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984.

Se trata del tercer monumento más visitado de España y el más importante de todo el Occidente islámico. En su conjunto se resume la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana.

Justo en uno de los laterales de la Mezquita-Catedral se ubica la tercera parada de esta ruta: el Palacio de Congresos. Este elegante edificio se levantó sobre las ruinas del antiguo alcázar omeya. Construído a comienzos del siglo XVI, fue durante mucho tiempo el Hospital de San Sebastián, único centro sanitario de la ciudad.

El núcleo principal del edificio lo constituyen el claustro, de arquitectura mudéjar y la Capilla de estilo gótico flamígero, rica en decoración plateresca, obra de Hernán Ruiz I, quien también realizó la fachada en 1514.

Por supuesto, nadie puede presumir de haber visitado Córdoba sin haberse perdido por las calles del barrio de La Judería. "Las calles Deanes y Manríquez atraviesan el corazón de este encantador barrio, repleto de restaurantes y rincones", destaca el reportaje.

Palacio de Viana, levantado en el siglo XIV, cuyas dependencias se desarrollan en torno a doce magníficos patios y un fantástico jardín.

Su interior acoge numerosas colecciones de todo tipo (pinturas, vajillas, mosaicos, tapices, azulejos, armas de fuego), aunque si destaca alguna colección es la de guadamecíes y la gran biblioteca de los siglos XVI al XVIII.

Subiendo hacia el centro actual de la ciudad, nos encontramos con la Plaza de La Corredera, se cree levantada sobre el antiguo Circo Romano de la ciudad. Es mucho más que un lugar de encuentro de cordobeses y turistas que atestan los veladores de los numerosos establecimientos ubicados en sus soportales.

La actual construcción porticada data del siglo XVII (1683). Concretamente es un diseño del arquitecto Antonio Ramos Valdés -a instancias del corregidor Francisco Ronquillo Briceño- pero hay evidencias de que en el siglo XIV fue una plaza irregular.

El nombre le viene dado por otro de sus usos pretéritos, ya que acogió corridas de toros.

Apenas a unos metros está el Templo Romano, dedicado al culto imperial. De grandes dimensiones formó parte del Foro Provincial junto con un circo. En sus orígenes estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio a su entrada.

La última parada da un giro de timón y llega hasta el Parque de Miraflores, ubicado en el Meandro del Guadalquivir. Aquí se halla el Centro de Arte Contemporáneo C3.