La suite desde la que ver un amanecer inolvidable en Córdoba
Turismo
Pertenece al Hostal Patios del Orfebre, una casa-patio del siglo XVI en el corazón del Casco Histórico de la ciudad
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El Hostal Patios del Orfebre, en plena Judería cordobesa, es un auténtico oasis de paz y sosiego, sustentado en siglos de historia.
Por su situación (calle Tejón y Marín, 1) es perfecta para moverse por el Casco Histórico de la ciudad sin necesidad de transporte. Apenas lo separan 200 metros de la Puerta de Almodóvar y 450 de la Mezquita- Catedral. Otro de sus principales atractivos es la amplia red de establecimientos de restauración que están al alcance de la mano de sus huéspedes dando apenas un paseo.
Patios del Orfebre cuenta con 22 habitaciones. Ninguna es igual a otra y ofrecen todo lo necesario, y de alta calidad, para garantizar bienestar y descanso.
Entre todas ellas, resulta un auténtico lujo alojarse en su Junior Suite, con una extensión de 60 metros cuadrados y perfecta para dos adultos y dos niños. Se encuentra situada en la zona más elevada de la casa-patio y tiene acceso desde la primera planta.
Las habitaciones están en un piso superior al que se accede por escaleras de madera y metal. Incluye una habitación con cama matrimonial, con posibilidad de incluir una cama individual adicional.
También tiene salón propio -con dos sofás convertibles de una y dos plazas, de diseño italiano. Sobre el salón, dispone de un solarium privado que es la joya de la corona, pues permite al huésped contemplar amaneceres y atardeceres de película protagonizados por una panorámica espectacular del Casco Histórico y la Mezquita-Catedral.
Hostal Patios del Orfebre ocupa una casa-patio que data del siglo XVI. Y ofrece una experiencia única: "Alojarse en un maravilloso ejemplo arquitectónico, edificio protegido que forma parte del casco histórico de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que se sitúa entre los de mayor superficie de todo el viejo continente", como señalan sus creadores.
Su nombre "hace referencia al maravilloso arte que impulsó la ciudad, haciendo conocido su nombre incluso en las remotas tierras del continente austral, gracias a las exquisitas piezas creadas por las manos de tan nobles artesanos y que hasta allí fueron exportadas".
Un arte que se ha prolongado a través las diferentes civilizaciones que han poblado la ciudad y que ha llegado en plena forma hasta nuestros días. Pero es que, además, los muros de este edificio contemplaron, en tiempos, la actividad de talleres dedicados a tal efecto.
Sin duda, la joya de esta alojamiento es el patio central porticado, y articulado por imponentes columnas. Su interior proyecta una luz única y envolvente, que hace la estancia del huésped inolvidable.
Al margen, muros de época romana y califal sustentan los cimientos de esta hermosa edificación y son observables y visitables en el mayor de sus patios que integra la puesta en valor de un yacimiento arqueológico.
En su afán por mantener la esencia de la casa original, se han conservado detalles como solería hidráulica recuperada, tejas de antigua concepción rehabilitadas, vigas de madera reacondicionadas, piezas de forja irrepetibles…. Todo ello integrado en una atractiva y confortable modernización de espacios y conceptos para una estancia perfecta.
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