¿Dónde se venden las viviendas más caras y las más baratas de Córdoba?

El portal inmobiliario Idealista acaba de revelar cuáles son los barrios de Córdoba en que resulta más caro y más barato adquirir una vivienda.los barrios de Córdoba en que resulta más caro y más barato Como punto de partida apunta a que el precio medio en la ciudad es de 1.467€/m2, lo que supone un incremento de apenas el 0,3% respecto al mes de octubre. Aunque si lo comparamos con agosto, se ha incrementado un 1,2% y 2,1% respecto a hace un año.

Dicho lo cual, actualmente, las zonas donde cuesta más hacerse con un inmueble son: Noreña-Figueroa (1.880€/m2); Zoco-Poniente-Vistalegre (1878€/m2) y Centro- Casco Histórico (1.737€/m2).

En el extremo opuesto están Sector Sur-Santa Cruz (1.017€/m2), El Higuerón (1.087€/m2) y Campo de La Verdad (1.229€/m2).

Precios realmente accesibles y asequibles si los comparamos con los de viviendas en venta en capitales como Sevilla, cuyo coste medio a octubre de 2023 era de 2.210 euros el m2. Lo mismo sucede si optamos por alquilar. Mientras en Córdoba el metro cuadrado está a 7,9 euros, el precio medio en Sevilla en la misma fecha es de 11 euros al mes.

Sea cual fuere el área de la capital elegida para mudarse o invertir, Idealista resalta que "Córdoba, en comparación con otras ciudades españolas, se caracteriza por ofrecer un equilibrio entre calidad de vida y asequibilidad". Y ahonda apuntando que "los gastos en transporte son relativamente bajos" pues "los abonos mensuales rondan los 33 euros".

Otra de las ventajas de habitar en Córdoba es que "la ciudad cuenta con una oferta variada de supermercados, mercados tradicionales y tiendas, donde se pueden encontrar productos a precios competitivos". Aunque lo mejor de todo es que "en términos de alquileres y compra de propiedades, Córdoba se posiciona como una opción atractiva" porque "se mantienen por debajo del promedio de las grandes capitales, ya que oscilan por el alquiler de un piso de 85 m2 entre los 600 y los 900 euros al mes".

A estas cantidades habría que sumar, obviamente, las variables del estilo de vida de sus habitantes. A saber, gastos adicionales como los suministros de luz, agua y gas, internet, teléfono, combustibles y todo tipo de seguros contratados.