Visto y Oído
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Aunque parezca algo del pasado, existe aún una presión muy alta en cuanto a conseguir llegar al orgasmo, sobre todo en lo referente al orgasmo femenino. Las relaciones sexuales siguen estando asociadas al coito y el placer para muchos es sinónimo del clímax.
Un estudio realizado por Diversual este año mostró que el 67,8% de las mujeres había fingido alguna vez en su vida un orgasmo. También se vio que no existe una diferencia notable entre franjas de edad a la hora de hacerlo. Esto se podría deber a que más que a una edad concreta, el hecho de fingir va vinculado a la manera de entender la sexualidad y la forma de expresarla. Hablamos con Rosa Navarro, sexóloga, psicóloga y una de las voces expertas en Diversual, para profundizar en la idea de que a mayor educación sexual, menos necesidad e interés de fingir el orgasmo.
-¿Ellos también fingen?
-Aunque en menor porcentaje, ellos también fingen. Varias encuestas han revelado que los hombres también lo hacen. Hasta un 25% podría haber simulado haber alcanzado el clímax. La diferencia en las cifras de hombres y mujeres podría explicarse en parte por la brecha orgásmica. Un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behavior en 2018 evidenció que las mujeres heterosexuales consiguen el orgasmo un 65% de las veces y que los hombres heterosexuales lo hacen en un 95% de las ocasiones. Al llegar ellos mucho más fácilmente al clímax, las oportunidades de tener que simular se reducen. Por otro lado, por cómo funciona la respuesta sexual de unos y otros, los hombres lo tendrían más complicado, ya que aparentar una eyaculación no es algo sencillo.
-¿Qué nos motiva a fingir? ¿Hay diferencias entre lo que les motiva a ellas y a ellos?
- Existen diferentes motivos por las que las personas fingen los orgasmos. Las dos razones que están a la cabeza son el no querer herir los sentimientos de la otra persona y el querer que esa relación sexual acabe. En el origen de las dos, aparte de la presión que arrastramos por conseguir un orgasmo, también podría haber una falta de comunicación efectiva en la esfera sexual. Demostrar que lo hemos pasado bien es síntoma de que se sigue educando en un modelo de sexualidad en el que las relaciones sexuales tienen un único fin y meta, dejando de lado el placer que conlleva el resto de la experiencia. Ellos suelen hacerlo en muchas ocasiones por la incomprensión que suele generar el que no lleguen al orgasmo, ya que es algo que se ha asociado comúnmente a las mujeres. Ellas parece que están muy influenciadas por una cuestión más altruista y también para aumentar la excitación de sus parejas.
-¿Deberíamos dejar de hacerlo? ¿Por qué?
- Fingir orgasmos no es algo que aporte a nuestro bienestar sexual en general. Hacerlo para aumentar la excitación de nuestra pareja puede ser algo que sirva para desinhibirnos y hacer que la otra persona esté más segura. Pero cuando en el origen se encuentra la presión de conseguir esa meta y una inseguridad es momento de revisarnos. Si dejamos de centrarnos en un hecho concreto, en este caso el orgasmo, las relaciones sexuales y cómo nos sentimos dentro de ellas se volverán más ricas y también menos exigentes. Es importante que asimilemos que el sexo en general, aun cuando no se llega al orgasmo, es algo que puede ser muy placentero.
-¿En algún momento estaría justificado?
- Hacerlo o no es una decisión muy personal. Por lo general, es mucho más interesante trabajar los motivos que nos llevan a hacerlo. Hay alternativas que nos van a repercutir de forma positiva al resto de nuestra autoestima sexual y a la calidad de nuestras relaciones. Decirle a nuestra pareja que en una relación sexual no vamos a llegar no tiene nada de negativo, y es el reflejo de que existe una muy buena comunicación.
- ¿Qué aspectos pueden hacer que se finjan menos orgasmos o dejemos de hacerlo?
- La comunicación es uno de los aspectos que más pueden influir en que se deje de hacer. Hablar sobre lo que nos gusta y tener la confianza para poder transmitirlo al final es algo que va conseguir que se estimule de forma más efectiva. Una mejor estimulación aumentará la posibilidad de tener un orgasmo. Para lo anterior, algo clave es el autoconocimiento, aprender nosotros mismos a explorarnos e indagar sobre nuestros gustos y cómo reacciona nuestro cuerpo ante diferentes formas de tocarnos. Si no sabemos nosotros mimos qué es lo que nos gusta, será muy difícil que podamos comunicárselo al otro.
- ¿Cómo influye el nivel y calidad de educación sexual en el hecho de fingir? ¿y el autoconocimiento sexual? ¿Qué otros aspectos influyen?
- La educación sexual tradicionalmente ha tenido una visión reduccionista y coitocentrista y es muy probable que haya influido en esté en el origen de fingir y simular orgasmos. Otro aspecto, también ligado a la educación sexual es el desconocimiento que existe aún sobre nuestro propio cuerpo. La autoexploración y el autoconocimiento suele tener aún muchas connotaciones negativas, y el entender el placer desde esta perspectiva puede afectar a cómo nos desenvolvamos en nuestras relaciones sexuales de pareja. Para este autoconocimiento podemos ayudarnos de diferentes técnicas e incluso apoyarnos en el uso de juguetes que nos faciliten aprender más sobre nuestro cuerpo y las formas de darnos placer
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