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Viernes de Dolores y ni rastro de sevillanos recogiendo capirotes, jóvenes ultimando compras para estrenar modelo el Domingo de Ramos o ese danzar de túnicas recién planchadas y salidas de la tintorería tan típico de este día. Viernes de Dolores algo singular, que por un momento ha evocado las vísperas de Semana Santa de antaño. Ataviadas de negro riguroso y con nuevo complemento en la indumentaria (la mascarilla), un grupo de mujeres vestidas de mantilla y reunidas en el Barrio de Santa Cruz se han encargado de devolver la ilusión a todos los sevillanos que, un año más, viven una Semana Santa atípica y cargada de nostalgia.
Las calles de Sevilla se han llenado de mujeres vestidas de mantilla en la mañana de este viernes y el motivo no era otro que retomar la iniciativa Sí mantilla, un exaltación de esta tradicional prenda creada hace cuatro años por la Asociación de Moda y Artesanía Flamenca de Andalucía (Qlamenco). El proyecto, que se llevó a cabo por última vez el Viernes de Dolores de 2019, cobra especial relevancia este año, ya que se enmarca dentro del proyecto La mantilla, Sevilla del dolor a la alegría, organizado por el Ayuntamiento de Sevilla y la agencia Doble Erre y cuyo fin es apoyar la moda, la cultura, la artesanía y la economía, sectores muy afectados por la pandemia.
De esta forma, modelos vestidas de mantilla han recorrido el Barrio de Santa Cruz, dejando una preciosa (y nostálgica) estampa a su paso, para concluir en la Casa de la Provincia. Al evento han acudido Francisco Páez, delegado del área de Economí y Comercio; Raquel Revuelta, directora de Doble Erre, y Pedro González, presidente de la asociación Qlamenco.
"La mantilla es un símbolo cultural que forma parte de la idiosincrasia de la ciudad, por eso esta iniciativa se plantea como una revitalización de esta tradicional indumentaria. Es la visión de los diseñadores de la mantilla y la artesanía, una forma de acercar la tradición a las más jóvenes para que también quieran vestirse de mantilla, siempre siguiendo los protocolos", ha asegurado Pedro González, presidente de la asociación Qlamenco. A través de doce propuestas, diseñadores como Antonio Gutiérrez, Atelier Rima, Yolanda Rivas, Gil Ortiz, Francisco Tamaral o Carmen Latorre han reinterpretado el clásico vestido negro, pero con toques más actuales.
De riguroso negro, como manda la tradición, las modelos lucieron diseños en los que lo clásico y la vanguardia se daban la mano en perfecta armonía. La indumentaria de mantilla poco o nada invita a la innovación por tratarse de un estilismo sobrio y con tintes religiosos, pero siempre se puede adaptar a los nuevos tiempos y necesidades femeninas.
Con peinas y mantillas de Foronda, la mayoría de los diseñadores han apostado por la manga larga y el cuello a la caja o de barco, dos de las señas de identidad más clásicas del traje negro a la hora de vestir de mantilla. Aunque también han podido verse propuestas con escotes delanteros. Con un largo rigurosamente protocolario, todas las propuestas rompen con lo establecido de forma respetuosa y fiel a la tradición.
Diseños ceñidos, otros más vaporosos e incluso muy voluminosos, como una falda de tul o un diseño acabado en globo, han dado muestra de que la tradición no tiene por qué ser estática y que la evolución de un traje tan sencillo y protocolario es posible si se respeta la esencia del mismo.
En lo referente a las mangas, la mayoría de los diseñadores han jugado a darles protagonismo. Así, las clásicas mangas largas del traje de mantilla se han vuelto voluminosas con propuestas de mangas abullonadas, algún frunce y superposición y hasta elegantes mangas ablusonadas. Variedad y un sello propio para cada propuestas en las que han estado muy presentes las perlas, ya sea en los rosarios que llevaban las modelos o en los propios collares.
Una particular visión de una tradición en la que las raíces y la vanguardia más actual se dan la mano para reivindicar el lugar que le corresponde a las mantillas. Una puesta en valor de la artesanía y el talento de los diseñadores, un sí rotundo a la mantilla, sus raíces y la moda más actual.
La Semana Santa de Sevilla no se entiende sin la Virgen de la Macarena, que provoca devoción en todos los rincones del mundo. Como homenaje al 50 aniversario de la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad, la firma de complementos Fina Estampa ha realizado para la ocasión una serie de complementos con imágenes de la Macarena o detalles relacionados con ella.
Combinados en un diseño de Francisco Tamaral, podía verse una espectacular peina con la imagen de la Macarena, un clutch con el manto de la Coronación e incluso un broche inspirado en las mariquillas que Joselito le regalara a la virgen. Aunque no sólo estos complementos sirven de homenaje a la Macarena, también lo es a los palios y el Barroco sevillano, fuente de inspiración para los responsables de Fina Estampa.
"Todos los complementos están trabajados en metales esmaltados y estampados. También hemos trabajado con pan de oro y pedrería, utilizando técnicas rescatadas de la orfebrería que se lleva a cabo para decorar los pasos", aseguran desde la firma, donde todo se realiza de forma artesanal.
El jueves 8 de abril se lleva a cabo la mesa redonda Origen y evolución de la mantilla en Sociedad, además de una masterclass, que podrán seguirse a través de redes sociales. En el caso de la mesa redonda, se celebrará en la sede de la Fundación Cajasol y en ella intervendrán el diseñador Juan Foronda, el artista Chema Rodríguez, así como el productor de moda y presidente de Qlamenco, Pedro González, entre otros.
En el caso de la masterclass, expertos de la talla de José Víctor Rodríguez y José Luis Medina, diseñadores de Victorio & Lucchino; Mila Montero, de la firma Lina 1960 y Enrique Rodríguez Hidalgo, experto en esta prenda y miembro del jurado de la Exhibición de Enganches que se celebra cada año en la Real Maestranza de Sevilla participarán en este encuentro y darán las claves sobre cómo vestir de mantilla.
A estos dos actos hay que añadir la exposición Inolvidables Jueves Santos de Sevilla, madrinas de boda o tardes de toros en la Maestranza, en la Fundación Cajasol y en la que se podrán ver a diferentes mujeres célebres que a lo largo de la historia han vestido de mantilla.
Como acto de clausura, se realizará un recorrido en coche de caballos por lugares emblemáticos de la ciudad. Un recorrido singular de mujeres vestidas de ceremonia y ataviadas con la tradicional mantilla blanca o crema.
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