Qué dicen los estilismos de los candidatos a las elecciones andaluzas
Repasamos la indumentaria de los seis candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía y las claves políticas que se extraen de sus looks
Las camisetas de Teresa Rodríguez, moda cargada de simbolismo y con sello andaluz
Los candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía
Nunca una campaña a unas elecciones había generado tanta expectación. Quizá las más mediatizadas de todas por la importancia que las redes sociales han tomado como herramienta de propaganda (ahora se hace política en Twitter, no en el Parlamento de Andalucía), esta campaña también se antoja novedosa -no por ello más interesante o atractiva- por la irrupción de nuevos participantes en el terreno de juego. Con independencia de sus ideologías, programas o discursos, cada candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía es la cara visible del partido al que representan, una figura muy relevante y en la que nada puede dejarse al azar.
Si cada uno de ellos (no todos por igual) cuida al milímetro las palabras empleadas en según qué auditorio, lo seis (recordemos, Juanma Moreno, actual presidente, Juan Espadas, Inmaculada Nieto, Teresa Rodríguez, Juan Marín y Macarena Olona) tienen claro que ser la imagen de un partido con el que pretenden presidir la Junta de Andalucía implica tener en cuenta aspectos tan relevantes como la indumentaria, aunque algunos se pierdan con las tendencias para el verano, (y no necesariamente hablamos de moda).
Carta de presentación de cualquier individuo, la propia imagen que ofrecemos al mundo ayuda que nuestro entorno se forje una idea previa de quiénes somos, cuáles son nuestros intereses y qué queremos comunicar. En ese sentido, cabe destacar que la imagen que un candidato proyecta (ya sea a la presidencia de la Junta de Andalucía, a una alcaldía o a una pequeña asociación) es clave a la hora de conectar con el electorado (ya sea afín al partido o un detractor acérrimo).
"Cada vez votamos más a la persona, por eso los candidatos deben trabajar su imagen como marca personal, que debe ser consistente, creíble, relevante, diferente y memorable", asegura María Francés, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y diseñadora de moda con un Máster en Gestión y Comunicación de Moda. Francés, que es una apasionada de la comunicación política (o #compol, como ella lo llama en su cuenta de Instagram: @mariafrancesoficial), actualmente está realizando una formación en Análisis Personal de Color: El color asociado a las personas, . Con ella hemos hablado para hacer un análisis de la imagen de los candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía.
La importancia de una imagen que conecte con el electora
Dedicada a la política durante más de una década, María Francés es una apasionada de la moda y la ve como una perfecta herramienta a la hora de comunicar. "La moda ya no está vista como una frivolidad, sino como una forma de expresión y en política no podía ser menos", reconoce la diseñadora, que analiza en su cuenta de Instagram de forma diaria todos los estilismos con los que los seis candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía acuden a sus actos.
"Días antes de empezar la campaña observé que el perfil de Juanma Moreno aparecía teñido de verde y me resultó significativo. Tuve claro que sería un color relevante en su mensaje a la hora de vestir y de ahí me surgió la idea de empezar a comentar los estilismos de los candidatos en redes sociales". Así, en su cuenta de Instagram los stories de desfiles comparten espacio-tiempo con el análisis certero que María Francés hace de los seis candidatos, a los que recomienda "prestar atención a su imagen, no dejar nada a la improvisación y contar con las experiencia de profesionales para que una campaña de imagen errónea no termine siendo un fracaso si el candidato no conecta".
A la hora de crear esa imagen con la que cada candidato debe conectar con el electorado, Francés recomienda, por encima de todo, ser fiel a uno mismo y no disfrazarse de lo que uno no es. "Eso puede generar mensajes confusos y, a su vez, crearía inseguridades en el candidato, quien, al no mostrarse natural y auténtico, no trasmitiría confianza y credibilidad", explica la diseñadora. Aunque tiene claro que, la verdadera base de una buena imagen consiste en "llevar el pelo y los zapatos limpios y la ropa planchada, todo lo demás es un añadido".
Juanma Moreno, de traje y con guiños al verde institucional
Responsable de que Francés empezase a estudiar al dedillo los estilismos de los candidatos, Juanma Moreno parece ser el más institucional de todos. "Opta a la reelección, pero sigue siendo presidente, de ahí que deba mandarse un mensaje de continuidad y Moreno se coloque el traje de presidente por la mañana, pero por la tarde se calce unas deportivas para hacer frente a sus actos públicos". Con una imagen de yerno perfecto, Juanma Moreno, como ha advertido Francés, apuesta por el verde en todos los actos en los que aparece.
"Desde el primer día de campaña está haciendo guiños al verde, un color que se relaciona con la bandera de Andalucía, el campo, la caza, pero también con conceptos como el de la serenidad, la paz y la calma. En el debate del pasado lunes en TVE fue la corbata, el primer día de campaña los pantalones, en el Rocío la americana...", expone María Francés. Quizás su apuesta por el verde sea una reivindicación del andalucismo, una desvinculación con otros actores de la esfera política que no ven la necesidad de una Andalucía autónoma.
Su papel institucional se aprecia a través de los trajes de chaqueta, siendo él el único candidato que apostó por uno durante el debate. "El traje de presidente, azul marino, por el que suele apostar, transmite confianza y poder y le ayuda a transmitir esa imagen fiable y que complementa apostando por unas zapatillas y una camisa remangada con los que se muestra cercano y moderno", apunta la experta en comunicación política.
Juan Espadas, camisas remangadas para reconectar con lo 'obrero'
Fue el primero en calzarse unas deportivas para un acto público y su mensaje se captó al momento. "Es algo muy típico y simbólico de una campaña ponerse unas zapatillas o unas alpargatas. Son muchas horas y se hacen muchos kilómetros, la comodidad debe primar ante todo y así tiene que transmitirlo un candidato", expone Francés. Como una especie de carrera de fondo, los actos a los que se enfrenta el que fuera alcalde de Sevilla demuestran que sabe a lo que ha venido y que con su imagen debe transmitir eso mismo.
Si ya Felipe González hiciese de la cazadora de pana el símbolo del socialismo, Espadas parece darle a la camisa de lino blanco un papel importante con el que reconectar con la vertiente obrera del partido. "Lleva gran parte de la campaña apostando por camisas de lino y, al igual que Juanma Moreno, también las lleva remangadas. La idea es denotar esfuerzo, trabajo físico, la cultura del remangarse, aunque Espadas no ha sido el primero en jugar con las camisas remangas para aludir a ese esfuerzo y trabajo. En 2008 Obama ya las llevó, aunque en su caso, además de para dar esa imagen de alguien que trabaja y se mete en faena, también busca resaltar todavía más su tono de piel", expone la experta. Aunque para ella Espadas patina y no cumple uno de los tres pilares en los que Francés cimenta una buena imagen: las camisas las lleva demasiado arrugadas.
Todavía sin haber apostado por un traje de chaqueta (tiene claro que prefiere lanzar un mensaje más funcional que institucional), Juan Espadas, para María Francés, "da claros signos de haber sido alcalde antes que candidato a la presidencia de la Junta, practica con su imagen la escucha activa".
Juan Marín, un estilo correcto para la ausencia de mensaje
Puede que sea el candidato más anodino de los seis y, aunque la falta de un estilismo característico pueda pasar desapercibida o parezca ser una apuesta por la practicidad, es parte fundamental de su mensaje. "De momento no tiene nada reseñable, no ha llevado zapatillas deportivas hasta el momento, pero tampoco ha lucido traje. Su imagen de candidato, con polos y náuticos, es muy juvenil y cercana", expone la diseñadora.
Sin un estilismo definido, cabe destacar que se ha quitado las gafas, un símbolo inequívoco de su propia identidad. "Es lo más llamativo que ha hecho, pero creo que se ha quitado personalidad", expone la experta en comunicación política. Sin sus gafas y desprovisto de un estilo en el que englobarlo (de ser adolescente no pertenecería a ninguna de las tribus urbanas), Juan Marín nada en la corrección, algo que puede jugar en su contra porque en política, y más en campaña, hay que poner toda la carne en el asador. La ausencia de mensaje en su indumentaria es un mensaje en sí mismo.
"Su imagen casual le favorece, a todos los niveles, y el traje con corbata, aunque no lo llevase al debate, le favorece. Las gafas son su punto fuerte, le dan personalidad", remata María Francés en una clara invitación por decantarse por un estilismo que lo defina.
Inma Nieto, de blanco y rebelde a lo 'Brave'
Parece tener claro que la indumentaria siempre suma, sobre todo en clave política. Ya lo demostró la pasada Feria de Abril de Sevilla, para ella la primera y en la que apostó por colores vitamina (muy de Feria, muy en tendencia y con mucho mensaje) en un formato dos piezas que sentaría las bases de lo que sería su estilo durante la campaña. "Va correcta y busca hacer guiños, como el que hizo al feminismo durante el debate electoral con una camisa morada, o durante un acto en Granada con un semáforo con la bandera LGTBI. Sus gestos suelen reforzar su ideología", argumenta la diseñadora y experta en comunicación política.
Las chaquetas, las blusas y el blanco, como ha observado María Francés, son la tónica dominante en sus looks, "aunque también se ha atrevido con el verde". Sin demasiado riesgo en las formas, Nieto parece presentarse como una mujer trabajadora, que apuesta por lo funcional sin dejar a un lado la estética. El blanco, un color que se asocia a la paz, la libertad, la purificación, está muy presente en sus looks, aportando una sensación de serenidad. De la blanco la hemos podido ver este fin de semana junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz en una imagen que habla por sí sola. Ambas de blanco nuclear toman café en un bar de carretera antes de llegar a Málaga para otro acto de campaña. Colores y emplazamientos, he ahí la clave.
Llama especialmente la atención la naturalidad por la que apuesta con su rizada melena a lo Mérida (protagonista de la película de Disney Brave). Nieto presume de cabellera rizada, una apuesta por dar una imagen muy natural, que no sucumbe a los cánones y que, como la neoprincesa Disney anteriormente citada, hace de ese acto de rebeldía estética la mejor seña de identidad.
Macarena Olona, la pulcritud del verde cacería
Ha hecho de las redes sociales la mejor herramienta con la que conectar con el electorado, con seguidores y detractores a partes iguales. Una cuenta atrás para el cambio en su perfil de Twitter, el famoso vídeo con la versión más moderna y actual del clásico tema de Los del Río e imágenes con las que tiene un feedbak que ni María Pombo (sí, la del abanico) son algunos de los reclamos que la candidata de Vox regala a sus seguidores. Con una irrupción en esta campaña muy disruptiva, Olona basa su indumentaria en la corrección y la pulcritud, siendo su seña de identidad las pulseras de su muñeca, en verde corporativo, que no andaluz, y con múltiples banderas de España. Olona se suma al verde, pero no de la misma forma que Juanma Moreno.
"Suele vestir de forma muy correcta, casi siempre de blanco y negro, una apuesta segura. En el debate combinó ambas tonalidades, aunque la camisa era muy de Comunión, una blazer le habría quedado mejor", apunta Francés. Hilando con los tres pilares sobre los que la diseñadora sienta las bases de una buena imagen (recordemos, pelo y zapatos limpios y ropa planchada), Olona cumple con creces. Su imagen es la de una mujer pulcra, recta e impecable en la estética, un mensaje con el que la candidata se desmarca por completo de todo lo que va en contra de la ideología del partido que representa.
Fruto de su contexto, Macarena Olona también ha sucumbido a la moda comfy (ojalá verla apostar por el chandalismo) y este fin de semana la hemos podido ver en Huelva con camiseta y con sobrecamisa de camuflaje y camiseta básica junto a la Federación Andaluza de Caza. Nunca el verde cacería había estado tan de moda. "Se ha calzado alpargatas y ha llevado alguna camiseta divertida, pero lo del palabra de honor en un campo de aguacates todavía no lo he entendido", reflexiona María Francés. Su larga cabellera, con la que da la imagen de ser una persona que se preocupa por su aspecto, combina con "un maquillaje que resulta algo exagerado". Su coqueteo con símbolos que le son desconocidos y que no la representan (el traje de flamenca, el abanico) puede ir en su contra por estar disfrazándose de algo que no es.
Teresa Rodríguez, abanderada del verde
De todos los candidatos, ella es la que mejor tiene construido su discurso a través de su forma de vestir. Muy fiel a su estilo, aunque haya sido una digievolución de la indumentaria 15-M, Teresa Rodríguez no ha dejado que la política influya en su forma de vestir. Sus credenciales quedaron claras desde el primer momento y sus principios han permanecido inquebrantables desde entonces. Al menos es lo que quiere demostrar a través de su forma de vestir. "Es la más fiel a su estilo desde siempre, es natural, es cercana y es sencilla y eso lo demuestra, no sólo con su forma de vestir, sino también con sus gestos", reconoce María Francés.
Mujer de pueblo, llana y andaluza, Rodríguez es fan de los bambitos de flores, la ropa de casa y calle de las gloriosas mujeres de los barrios, como diría la admirada Carmen Camacho, y los grandes aros en las orejas. Poderío de extrarradio para un mensaje que conecta con un electorado que se engancha a su naturalidad. "Estar cómodo y ser tú mismo es clave para que tu imagen personal te lleve a cina y ella lo consigue porque proyecta autenticidad y normalidad. Lo común y sencillo le gusta a la gente", apunta la experta en comunicación política.
Rodríguez lo tiene fácil a la hora de decantarse por un color predominante en sus looks. "Está utilizando mucho el verde corporativo de su coalición, que, además, coincide con el Pantone de la bandera", reseña Francés. En una versión verde (esta vez sí que es verde Andalucía) de la chaqueta amarilla que popularizase La Vecina Rubia (¿casualidad?, ¿un acto premeditado?), Rodríguez apuesta por la simbología del color. Su imagen de perfil es con la conocida chaqueta y en su aparición en el debate electoral también apostó por ella. Color complicado de lucir en una chaqueta de cuero (en ella polipiel, o eso esperamos), en Teresa Rodríguez está perfectamente defendido.
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