Diez consejos para sobrevivir a la Navidad sin coger kilos de más y seguir con nuestros hábitos saludables
Moderarse con el alcohol o evitar procesados y picar entre horas son algunas de las recomendaciones
Las recetas de Navidad con las que Zara Home ha conquistado nuestro corazón (y nuestro paladar)
Que la Navidad este año vaya a ser diferente en lo relativo a las relaciones sociales no implica que vaya a ocurrir lo mismo con la gastronomía o la bebida. Es cierto que esta Navidad, al reducirse la vida social y al tener más en cuenta que otros años el dinero que nos gastamos, puede que el tema de los excesos alimenticios estén algo más controlado.
Aunque para muchos, por aquello de que por fin damos carpetazo a este 2020 tan horrible, la Navidad se va a convertir en la gran época de homenajes culinarios. Por eso, aunque este año los atracones navideños vayan a afectarnos en menor medida, es recomendable seguir teniendo cuidado con la forma que tenemos de comer y beber durante los días de Navidad, sobre todo pensando en nuestra salud y en fomentar hábitos de vida saludables.
A estas alturas ya nos hemos comprado el vestido de fiesta, hemos pensado en nuestro maquillaje de Navidad y hasta tenemos estudiado el menú y las recetas con las que vamos a sorprender este año a nuestro reducido grupo de comensales. Pero, antes de meternos en la dinámica navideña habitual te damos una serie de consejos para sobrevivir a la Navidad sin coger esos kilos de más.
Haz cinco comidas al día
Si el cuerpo gasta energía, necesitará reponerla con un aporte calórico. Por eso es esencial mantener el equilibrio y no saltarse ninguna comida. Si nos saltamos alguna de ellas, llegaremos a la siguiente con demasiada hambre y comeremos más de lo necesario (y con ansiedad).
De este modo, no sólo habremos forzado al cuerpo, sino que habremos ingerido más alimentos de los realmente necesarios y, además, habremos cogido un peso de más que no nos corresponde.
Olvídate de no comer y reservarte para la gran cena
Cuántas veces habremos dicho eso de "hoy no como mucho, que me tengo que reservar para la cena". Solemos pensar que cuando vamos a tener una gran comida es mejor dejar reposar a nuestro estómago, así lo que ingiramos no nos engordará tanto porque no hemos recibido ningún aporte calórico previamente.
Además de malo (muy malo) para la salud, esta práctica hace que se coja peso de una forma muy acelerada, ya que el cuerpo, en su inmensa capacidad de supervivencia, empieza a almacenar toda la grasa por si acaso no volvemos a comer más.
Evita picar entre horas
Es la premisa principal de la que parten todas las dietas en cualquier época del año, pero en Navidad se debe aplicar con más convencimiento si cabe. En estas fechas solemos pasar muchas horas en la cocina preparando comidas, cenas y meriendas y, como es lógico, tendemos a probar antes de servir todo lo que hemos preparado (o lo que ha preparado el resto de comensales).
Ese inocente picoteo, previo a sentarnos a la mesa en la que comeremos los suculentos platos que se han elaborado, de inocente tiene poco. Picar y luego comer, además de mantener activo al estómago durante todo el día, es uno de los principales responsables de que engordemos.
Recuerda comer verduras y recurre a la cocina al horno
Nuestros platos preferidos durante la Navidad siempre son los más graso. Y no es malo comerlos, sobre todo porque normalmente lo hacemos con poca asiduidad y vamos compensando con una alimentación más equilibrada el resto de días.
Pero lo cierto es que en Navidad también podemos comer verduras y platos cocinados al horno, que son bastante sanos y también pueden ser una buena opción de menú. Por eso, dejemos los embutidos, las gambas y las carnes grasas para unos días contados y recurramos a las parrilladas de verduras, el pescado al horno o los canapés de frutas.
No renuncies a los dulces si son caseros
Renunciar a los dulces es algo a lo que no estamos dispuestos, sobre todo esta Navidad en la que o nos endulzamos la vida o nos amargamos para siempre. Por eso, si lo que queremos es disfrutar de los dulces sin que haya grandes consecuencias lo mejor es preparar los postres uno mismo. Que se note todo lo que hemos aprendido de repostería durante el confinamiento.
Los pasteles industriales tienen componentes que aportan muchas más calorías y además son más dañinos para la salud por tratarse de alimentos procesados.
No llenes el ojo antes que la barriga
Qué razón tenían nuestras abuelas cuando éramos pequeños y nos decían aquello de "Niño, no llenes el ojo antes que la barriga". Ellas, auténticas sabias, eran conscientes de que el cuerpo necesita las calorías que necesita y que, aunque todos los platos que haya sobre la mesa sean absolutamente apetecibles, los ojos no son los que luego las van a digerir, más bien el estómago.
Hay que observar la mesa, discernir entre lo que nos parece más apetecible y aquello de lo que podemos prescindir y empezar a comer. De ese modo, estaremos comiendo lo necesario y no terminaremos empachados.
Recuerda compensar los abusos
Lo bueno de esta Navidad de restricciones es que sabemos cuándo se van a producir exactamente los atracones. Sin comidas de empresa y las mil y una reuniones de amigos, los días de grandes comilonas se reducen a Nochebuena, Navidad, Fin de Año y puede que Año Nuevo.
Esos días sabemos que vamos a pecar, gastronómicamente hablando, muy mucho, por eso, lo ideal es compensar esos abusos los demás días. Verduras, comidas a la plancha y muchos alimentos desintoxicantes (como la piña) para equilibrar nuestro organismo.
Recuerda hacer ejercicio
Si algo hemos aprendido en 2020 es que el ejercicio físico es, además de muy necesario, nuestra mejor válvula de escape. Aprovecha que ya tienes el espíritu del deporte metido en el cuerpo y no dejes de hacer ejercicio aunque sea Navidad.
Evita el sedentarismo y no te dejes atrapar por el sofá. Sigue con tus sentadillas y tu crossfit, aunque si lo que de verdad quieres es desconectar sal a caminar a paso marcial. Despejas tu mente y, además estarás haciendo un ejercicio muy completo.
Modera la cantidad de alcohol que consumes
El alcohol, sobre todo el de mayor graduación, es de las sustancias que más engordan por eso hay que controlar su ingesta (además de por sus efectos nocivos para el hígado y los riñones). Además, esta Navidad es recomendable tener especial cuidado al ingerir alcohol, ya que abusar de él puede llevarnos a relajarnos y bajar la guardia con las medidas de higiene y seguridad para evitar la propagación del coronavirus. Así que, antes de pasarnos con las copas, hay que medir bien sus consecuencias.
No te olvides de beber agua
Si tres cuartas partes de nuestro cuerpo están compuestas de agua, ¿por qué nos olvidamos de beberla? Los médicos recomiendan beber unos dos litros diarios para mantener al organismo en perfecto equilibro. Durante el año solemos obviarlo, pero en época de excesos es bueno tenerlo muy presente. El agua nos ayuda a eliminar toxinas y en Navidad vamos sobrados.
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