El 19 de abril se celebra el Día Mundial de la Cefalea que se trata de un tipo de dolor de cabeza que puede presentarse de diversas formas, como punzadas, presión o dolor sordo y puede afectar en diferentes partes de la cabeza. Esto a su vez origina que surjan diferentes patologías entre las que intervienen tensiones musculares, cambios hormonales, problemas de visión, consumo de ciertos alimentos o bebidas, estrés, entre otros. En muchos casos, el dolor es tan fuerte que incapacita a la persona para que pueda hacer su vida normal. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), "se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea en los adultos es de aproximadamente 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en algún momento de su vida y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña".

La cefalea que se presenta, según datos de la OMS, 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, afirma la OMS: "las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas".

Varios tipos de cefaleas

• Migraña

La migraña es un tipo de cefalea recurrente que suele presentarse en forma de ataques intensos de dolor de cabeza, acompañados a menudo de síntomas adicionales como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al ruido, y a veces alteraciones visuales conocidas como aura. Estos ataques pueden durar horas o incluso días, y pueden ser incapacitantes, afectando significativamente la calidad de vida de quienes los padecen. 

Por muy dolorosa que sea, siempre se pueden encontrar las maneras de aliviarla que van desde el descanso y la relajación, hasta el cuidado de la alimentación, hidratación y medicación prescrita por tu médico.

• Cefalea tensional

La cefalea tensional es la más común y se caracteriza por una sensación de presión en la cabeza, como si te estuvieran poniendo una banda apretada alrededor de ella. Los pacientes la describen como un dolor sordo y constante que puede afectar ambos lados de la cabeza y que generalmente no empeora con la actividad física rutinaria. Las cefaleas tensionales pueden ser episódicas (ocasionales) o crónicas (frecuentes).

En cualquier caso, algunas recomendaciones para aliviarla son técnicas de relajación muscular, tanto para la propia musculatura como si pasas por periodos de estrés, ya que este también es un factor que fomenta la cefalea tensional, corregir la postura cambiando en el caso de permanecer mucho tiempo en la misma posición o masajes en hombros, cuello y cuero cabelludo.

• Cefalea en racimos

La cefalea en racimos se presenta como un dolor de cabeza extremadamente intenso y de forma recurrente que ocurre en patrones cíclicos o en racimos. Se caracteriza por ataques de dolor unilateral en la región alrededor de uno de los ojos, que pueden durar desde unos minutos hasta varias horas. Estos ataques suelen ocurrir varias veces al día durante semanas o meses, seguidos de períodos de remisión en los que los síntomas desaparecen completamente.

En este caso, las medidas para aliviarla son más complejas, por lo que se requiere de la intervención profesional ya que se tratan de terapias como la de oxígeno en la que el paciente tiene que inhalar oxígeno cuando le esté dando el ataque, bloqueos nerviosos y, en casos más graves, la estimulación del nervio occipital.